El Defensor del Pueblo tiene 47 quejas de padres en Cataluña
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, explicó ayer que la institución que dirige ha recibido 47 quejas en los últimos meses de padres que viven en Cataluña y a los que no se les respeta el derecho a que sus hijos reciban en primaria las clases en castellano. En declaraciones a EL PAÍS, Múgica aseguró: "Nosotros no tenemos ninguna crítica que hacer al actual modelo lingüístico catalán. La ley es perfectamente constitucional. Pero detectamos bastantes fallos. Creemos que puede haber muchos más de los que se denuncian, y registramos un aumento de las quejas. Sólo pedimos que se respeten los der...
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, explicó ayer que la institución que dirige ha recibido 47 quejas en los últimos meses de padres que viven en Cataluña y a los que no se les respeta el derecho a que sus hijos reciban en primaria las clases en castellano. En declaraciones a EL PAÍS, Múgica aseguró: "Nosotros no tenemos ninguna crítica que hacer al actual modelo lingüístico catalán. La ley es perfectamente constitucional. Pero detectamos bastantes fallos. Creemos que puede haber muchos más de los que se denuncian, y registramos un aumento de las quejas. Sólo pedimos que se respeten los derechos de todos".
"A los padres no se les presenta un formulario en el que se les explica que tienen derecho a que sus hijos reciban las clases en castellano. Eso es indefensión, los padres se encuentran a merced de lo que decidan los centros, es grave. Están incumpliendo la propia ley catalana, tienen que ser más cuidadosos", insiste.
El Defensor del Pueblo explica que su institución sólo exige "que se cumpla el artículo 3 de la Constitución, que señala que todos los españoles tienen el deber de conocer el castellano y el derecho a usarlo". "La lengua es un instrumento de comunicación, no ideológico", concluye Múgica. Su institución ha recibido otras 400 quejas lingüísticas de Cataluña no referidas a la educación.
Mientras, su homólogo catalán, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, aseguró ayer que él ha constatado "una gran convivencia lingüística en Cataluña". Ribó señaló que su institución "no ha detectado problemas importantes sobre esta cuestión" y explicó que desde el pasado 1 de enero ha recibido tres quejas por problemática lingüística, de las que sólo una se refiere al ámbito de la enseñanza. Se trata de una mujer que ha pedido que le envíen las notas del colegio de su hija en castellano y no en catalán. Durante el año pasado, el Síndic recibió dos quejas por problemas lingüísticos en la escuela.