Una guardería de Tetuán recibe fondos donados por gaditanos

Imen, Mohamed, Umeina, Fatima, Seima y otros dos centenares de niños pobres, de entre 3 y 6 años, acuden a diario a la guardería que cuidan en uno de los viejos pabellones del antiguo hospital español de Tetuán un grupo de ocho monjas de la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, con sede en Granada. Necesitadas de más ayuda, varias entidades y particulares de Cádiz y Sevilla han recaudado dinero y donativos en las últimas semanas para aliviar la "delicada" situación económica con la que esta comunidad religiosa desarrolla desde 1970 su labor humanitaria.

Un grupo de vo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Imen, Mohamed, Umeina, Fatima, Seima y otros dos centenares de niños pobres, de entre 3 y 6 años, acuden a diario a la guardería que cuidan en uno de los viejos pabellones del antiguo hospital español de Tetuán un grupo de ocho monjas de la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, con sede en Granada. Necesitadas de más ayuda, varias entidades y particulares de Cádiz y Sevilla han recaudado dinero y donativos en las últimas semanas para aliviar la "delicada" situación económica con la que esta comunidad religiosa desarrolla desde 1970 su labor humanitaria.

Un grupo de voluntarios gaditanos entregaron el pasado viernes a la madre superiora Sor Carmen Aurelia alrededor de 9.000 euros, el montante económico aportado por la Asociación de la Prensa de Cádiz, la Diputación gaditana, la Zona Franca y donativos particulares de trabajadores de la Fundación Forja XXI y de Radio Cádiz de la Cadena SER.

Fue un acto sencillo pero entrañable, en el que las hermanas agradecieron el apoyo recibido y se confesaron orgullosas de que en su labor colaboren más personas. "En nombre de los niños, debo agradecerles este gesto de generosidad a todas estas asociaciones y personas que se han esforzado en colaborar con nosotros para que estos niños estén mejor", dijo sin ocultar su emoción Carmen Aurelia.

La religiosa garantizó la continuidad de su compromiso humanitario: "Quiero que tengan la seguridad de que seguiremos con nuestra labor pero es muy gratificante y nos gusta saber que todas las personas que tienen buen corazón también participan junto con nosotras".

Los voluntarios que se desplazaron a Tetuán fueron testigos de este agradecimiento y recorrieron de nuevo las instalaciones de la guardería, pero lamentaron ver las aulas vacías. No estaban los críos. No cantaban, ni estudiaban o jugaban. La visita del Rey de Marruecos Mohamed VI a Tetuán obligó a suspender todas las clases por imperativo de la monarquía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En