FORO DE DAVOS

Merkel defiende una nueva economía social de mercado

China e India desplazan a los europeos y acaparan la atención en el foro de Davos

Ángela Merkel defendió ayer en el Foro Económico Mundial de Davos la necesidad de una "nueva economía social de mercado" en la que la libertad y la innovación recibieran un nuevo impulso y llegaran a una nueva cota global. La canciller alemana desde hace dos meses y medio, que en su día fue designada como uno de los "jóvenes líderes globales del mañana", fue la estrella de la apertura de esta nutrida reunión, y casi se puede adelantar que de toda esta edición del Foro, dado el bajo nivel de representación política.

Pero, pese a que Merkel brilló ayer en Davos (Suiza), no hay que llamars...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ángela Merkel defendió ayer en el Foro Económico Mundial de Davos la necesidad de una "nueva economía social de mercado" en la que la libertad y la innovación recibieran un nuevo impulso y llegaran a una nueva cota global. La canciller alemana desde hace dos meses y medio, que en su día fue designada como uno de los "jóvenes líderes globales del mañana", fue la estrella de la apertura de esta nutrida reunión, y casi se puede adelantar que de toda esta edición del Foro, dado el bajo nivel de representación política.

Merkel: "La gente desconfía de los políticos para dar forma a la globalización"
Más información

Pero, pese a que Merkel brilló ayer en Davos (Suiza), no hay que llamarse a engaño: los protagonistas de esta edición no son europeos, ni norteamericanos; son China e India. Ésta ha tomado literalmente la ciudad con su propaganda.

Aunque entró en pocos detalles sobre su propuesta, Merkel fue franca al reconocer que "la gente desconfía de la capacidad de los políticos de dar forma a la globalización". Su discurso, muy metódico, partió del lema de este Foro -el imperativo de ser innovadores-, pero no para proponer cambios radicales sino paso a paso. Se propone, durante la presidencia alemana de la Unión Europea en el segundo semestre, relanzar el Proceso de Lisboa para hacer de Europa la economía más dinámica del mundo hacia 2010, pero tampoco adelantó cómo, salvo en la necesidad de quitar obstáculos a la libertad de movimientos y de creatividad.

La urgencia está ahora en que Alemania recupere lo que será bueno para Alemania, pero también para toda Europa, y a la vez proporcionar orden a través del Estado, de modo que "todos puedan beneficiarse de los frutos de la economía y la tecnología".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Le gustaría que en el futuro se mirara a estos años como los de la innovación, cuya clave está ante todo en la educación. Para ello, Alemania aumentará su inversión en investigación y desarrollo (I+D) a un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2010, y promoverá otras reformas. Aunque reconoció que hay que tratar la cuestión de la edad de jubilación, no pareció demasiado impresionada cuando otro participante en el debate, Henry McKinnell, presidente de la farmacéutica Pfizer, le informó de que en EE UU los mayores de 60 años representan un 27% del total de los empleados; en Alemania, un 12%; y en Francia, un 7%.

Con la misma calma, abogó por valores compartidos dentro de Europa para recuperar el Tratado Constitucional, y con Estados Unidos. No se pasan simplemente de una generación a otra, y una vez atrás la guerra fría, las relaciones transatlánticas deben reconstruirse sobre nuevas bases, para lo que a veces "va a haber discusiones críticas", sobre, por ejemplo, la solidaridad, la libertad y la importancia de las instituciones internacionales, en las que cree. En todo caso, añadió, "somos dependientes unos de otros ante las nuevas amenazas a la seguridad".

¿Cuáles son los tres valores más básicos para ella? En primer lugar, la libertad (pues ha experimentado con la caída del muro de Berlín "algo que no esperaba en su vida"). En segundo, la idea de que lo que defiende no puede ser sólo "para nosotros", sino para toda la humanidad. ¿Y el tercero? No llegó.

Ángela Merkel y el cantante irlandés Bono, ayer en el Foro Económico Mundial.REUTERS

Menos política y derechos humanos

Éste es un foro de Davos muy diferente de los de los últimos años. Hay pocas primeras figuras de la política, salvo los dirigentes de organizaciones internacionales. La Administración estadounidense de George Bush está poco visible. En una cierta vuelta a sus orígenes, es menos político, y mucho más de negocios. Hay más empresarios latinoamericanos, pero políticamente la presencia de América Latina ha quedado en mínimos, como si no interesara.

Aunque ayer el secretario general de la ONU, Kofi Annan, junto con Jacques Rogge (presidente del COI) y Joseph Blatter (presidente de la FIFA) hicieron un llamamiento sobre el valor social y para el desarrollo del deporte, que brinda "un lenguaje global y universal", según Annan, los temas sociales estuvieron menos presentes, quizá por la falta de presión o competencia del paralelo Foro Social Mundial, o porque predomina un cierto ambiente de crecimiento económico. Incluso las cuestiones de derechos humanos han quedado relegadas. Tanto que el presidente de un grupo mediático en China se jactó de que gracias a que en su país no hay libertad de prensa, el Gobierno ha logrado controlar las "emociones" ("de la gente más pobre") que podían haber producido un mayor aumento del nacionalismo chino. Pero, sobre todo, hay pocas nuevas ideas. Se habla más sobre dónde invertir que sobre cómo gestionar el mundo.

Archivado En