Reportaje:

Doctor caballo

Unos 100 alumnos con discapacidades participan en una terapia con los equinos de la Policía Local de Córdoba

Para Antonio, Rocío y José Manuel ayer era su primer día de una clase diferente este curso. No sólo porque fuera al aire libre, también porque cambiaron los pupitres por nueve caballos. Estos chavales, con discapacidades físicas y sensoriales, forman parte de los alrededor de 100 alumnos que este año participarán en los programas de equinoterapia con los animales de la Unidad Montada de la Policía Local de Córdoba.

Este es el tercer año que se realiza la actividad, en la que participarán alumnos de cuatro centros de la provincia. José Luis González, uno de los monitores del colegio Virg...

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Para Antonio, Rocío y José Manuel ayer era su primer día de una clase diferente este curso. No sólo porque fuera al aire libre, también porque cambiaron los pupitres por nueve caballos. Estos chavales, con discapacidades físicas y sensoriales, forman parte de los alrededor de 100 alumnos que este año participarán en los programas de equinoterapia con los animales de la Unidad Montada de la Policía Local de Córdoba.

Este es el tercer año que se realiza la actividad, en la que participarán alumnos de cuatro centros de la provincia. José Luis González, uno de los monitores del colegio Virgen de la Esperanza, se mostró ayer convencido de las ventajas que aporta a los chavales el contacto con los equinos. "Hay alumnos que no se relacionan ni con el medio ni con el personal pero, cuando vienen aquí, sí interaccionan con los caballos, se les ve contentos", afirmó ayer en la Caballerizas Reales de Córdoba, donde todos los martes de 10.00 a 13.00 se realiza el taller. Además de los monitores, los miembros de la Policía Local ayudan a los chavales a conocer mejor a los caballos.

Aurora Barrientos, otras de las monitoras, indicó que las terapias se completan con clases en las que los alumnos aprenden la anatomía de los equinos, su alimentación o a preparar las cuadras. Las terapias, según detalló Barrientos, pueden ser activas o pasivas en función de la patología de cada alumno. Las activas suponen que los chavales monten a los animales e, incluso, aprendan ellos solos a guiarlos."Existe un cuadro en el que se detallan entre 25 y 26 patologías en las que la terapia con caballos ha conseguido grandes resultados", sostuvo Gonzáles. Y no se trata en todos los casos de enfermedades muy graves, sino también trastornos de la personalidad como la bulimia. Son beneficios tales como el aumento de la autoestima que supone "gobernar a una criatura cuatro veces mayor que tú".

Pero, según González, los resultados positivos no son sólo en el plano psicológico. También se ha observado mejoría en pacientes con dificultades locomotrices. El caballo desarrolla un movimiento "totalmente acompasado, rítmico y secuenciado que se transmite a las personas y provoca una huella cerebral". A partir de esta "huella" se provocan "impulsos y estímulos nerviosos que se van trasmitiendo al resto del sistema neuromuscular". En opinión de este profesor, no existe ninguna herramienta creada por el hombre que pueda desencadenar reacciones similares.

González puso como ejemplo a Tariq, uno de los PRE con los que los niños practican. "Tiene un lomo recto y muy grande donde puedo trabajar muy bien con ellos e, incluso, puedo montarme con el chico".

Las terapias con caballos tienen una amplia tradición en otros países como Alemania o Rusia. Según explicó ayer González, fuera de España se lleva trabajando en proyectos terapéuticos con equinos más de un siglo. Incluso "en países como Bélgica este tipo de programas están dentro del sistema de salud como lo están otras terapias alternativas", afirmó.

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