Un equipo de la UPV coordina un proyecto químico internacional
El estudio sobre polímeros puede mejorar las propiedades de pinturas, adhesivos y cosméticos
Un equipo de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad del País Vasco (UPV) está coordinando un ambicioso programa internacional de investigación sobre mejora de las propiedades de polímeros en base acuosa, compuestos químicos que se emplean en pinturas, adhesivos y cosméticos. Un total de 21 universidades, centros y empresas de varios países europeos se integran en la iniciativa, a la que se ha llamado Napoleón y que cuenta con una financiación cercana a los 11 millones de euros para cuatro años.
Su objetivo es desarrollar un proceso tecnológico que permita producir, co...
Un equipo de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad del País Vasco (UPV) está coordinando un ambicioso programa internacional de investigación sobre mejora de las propiedades de polímeros en base acuosa, compuestos químicos que se emplean en pinturas, adhesivos y cosméticos. Un total de 21 universidades, centros y empresas de varios países europeos se integran en la iniciativa, a la que se ha llamado Napoleón y que cuenta con una financiación cercana a los 11 millones de euros para cuatro años.
Su objetivo es desarrollar un proceso tecnológico que permita producir, con un sistema que no perjudique al medio ambiente, películas o films de polímeros con una nanoestructura controlada que mejore sus propiedades y reduzca su acción contaminante. Los investigadores pretenden responder así a las limitaciones de la tecnología actual y a las necesidades de mejora de una industria que agrupa en Europa a más de 2.000 empresas en las que trabajan más de 100.000 personas.
El proyecto, puesto en marcha el pasado junio, surgió como propuesta del Instituto Polymat de la UPV, sito en la Facultad de Química del campus de Guipúzcoa. Su director, el catedrático de Ingeniería Química José María Asua, se encarga de la coordinación.
El campo de productos sobre los que incide el proyecto es muy amplio. En todos los casos, la sustitución de los polímeros disueltos en disolventes por partículas de polímero dispersas en agua ha marcado su evolución, como explica Asua. "Las demandas de la sociedad a favor de una producción más respetuosa con el entorno se ha traducido en una normativa europea que ha restringido mucho la utilización y la emisión de disolventes", indica.
La base acuosa elimina los efectos nocivos sobre el medio ambiente, pero, en términos de propiedades, las mejoras que ofrece esta tecnología están llegando a su límite.
Once millones
Los investigadores coordinados por Asua creen que aún se pueden lograr mejores propiedades si las películas se obtienen a partir de partículas nanoestructuradas. "Estamos estudiando cómo podemos sintetizar esas estructuras y cómo podemos hacer que las nuevas estructuras se mantengan durante la formación de la película en la aplicación", señala Asua. El camino se encuentra en la nanoestructura. "Cuanto más pequeña es, mejor es su rendimiento, pero también aumenta el grado de dificultad", apunta.
Pese a ello, el mercado en el que puede repercutir el resultado de este trabajo es "enorme", así como los beneficios que pueden lograr las empresas punteras en este sector. Si la iniciativa logra sus objetivos, la calidad de numerosos productos aumentará. "Podemos producir adhesivos que aguanten más, pinturas con mayor resistencia mecánica, cosméticos que transporten mejor su principio activo,..." cita Asua.
La elevada financiación lograda para la investigación avala su relevancia. De los 11 millones de euros, más de dos terceras partes provienen de la UE. En Napoleón, colaboran, entre otras entidades, universidades como las de Cambridge, Surrey o Ulm, centros como el Politécnico de Lausana o el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) francés, y multinacionales como Basf, Cytec o L'Oreal, junto a otras firmas como la alavesa Euroresin, única presencia española, con la UPV, en el proyecto.