Descubierta en Colonia Dignidad una fosa común de la dictadura
Una fosa común con los restos de víctimas de la dictadura chilena del general Augusto Pinochet (1973-1990) ha sido descubierta en el enclave de Colonia Dignidad, creada por antiguos nazis en el sur del país y que fue uno de los centros de detención de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), según fuentes próximas a la investigación judicial que se está desarrollando actualmente.
El juez chileno Jorge Zepeda, que investiga una decena de delitos cometidos en Colonia, indicó a la prensa que prisioneros políticos fueron asesinados durante la dictadura en ese lugar. "Aquí, entre 1973 y...
Una fosa común con los restos de víctimas de la dictadura chilena del general Augusto Pinochet (1973-1990) ha sido descubierta en el enclave de Colonia Dignidad, creada por antiguos nazis en el sur del país y que fue uno de los centros de detención de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), según fuentes próximas a la investigación judicial que se está desarrollando actualmente.
El juez chileno Jorge Zepeda, que investiga una decena de delitos cometidos en Colonia, indicó a la prensa que prisioneros políticos fueron asesinados durante la dictadura en ese lugar. "Aquí, entre 1973 y 1974 tuvieron lugar ejecuciones sumarias de personas sin juicio. Es un hecho. Y una parte de ellos fueron enterrados aquí", señaló el magistrado, encargado de la instrucción sobre las violaciones de los derechos humanos cometidos en Colonia Dignidad.
Actualmente, 300 colonos alemanes y sus descendientes viven todavía en este enclave de 13.000 hectáreas, fundado en 1961 por el antiguo miembro del Ejército nazi Paul Schaeffer en una zona montañosa al este de la ciudad de Parral, 400 kilómetros al sur de Santiago. Acusado de la violación de más de 20 niños, Schaeffer, de 84 años, fue detenido en marzo en Argentina después de permanecer fugado durante ocho años.
El pasado 30 de diciembre, el juez Zepeda procesó ayer a la médica pediatra Gisella Grulhke y a Schaeffer por torturar y causar lesiones graves a ocho niños a finales de los setenta en este recinto campestre de colonos alemanes. La médica confesó al juez Jorge Zepeda haber administrado medicamentos y aplicado electrochoques, por orden de Schaeffer, a estos niños y adolescentes para anular su voluntad. Después, los niños quedaban en manos de Schaeffer.