Los Mossos impiden a los vecinos cortar de nuevo el tráfico en la Ronda de Dalt

Los Mossos d'Esquadra impidieron ayer que los vecinos de Vall d'Hebron que se oponen a la narcosala en el barrio volviesen a cortar la circulación en la Ronda de Dalt. Y eso que no lo tuvieron nada fácil. Como cada miércoles desde hace seis meses, los vecinos se reunieron a las ocho de la tarde frente a la sala para toxicómanos. Esta vez congregaron sólo a unas 400 personas, menos que de costumbre. Por el contrario, la desorganización a lo largo de la marcha fue mayor que nunca.

Después de dar un pequeño rodeo por el lateral de la ronda en dirección Llobregat, los manifestantes s...

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Los Mossos d'Esquadra impidieron ayer que los vecinos de Vall d'Hebron que se oponen a la narcosala en el barrio volviesen a cortar la circulación en la Ronda de Dalt. Y eso que no lo tuvieron nada fácil. Como cada miércoles desde hace seis meses, los vecinos se reunieron a las ocho de la tarde frente a la sala para toxicómanos. Esta vez congregaron sólo a unas 400 personas, menos que de costumbre. Por el contrario, la desorganización a lo largo de la marcha fue mayor que nunca.

Después de dar un pequeño rodeo por el lateral de la ronda en dirección Llobregat, los manifestantes se cansaron. El presidente de la asociación de vecinos de Montbau, Carlos Martínez, se quedó prácticamente solo como portador de la pancarta. Unos 250 vecinos decidieron seguir el camino por su cuenta. El encontronazo con la policía autonómica se hizo inevitable cuando pretendieron acceder al lateral de la ronda en dirección Besòs. Tras algún enfrentamiento leve y en medio del griterío -"¡Sois peor que los grises!", "¡Franquistas!"-, los vecinos lograron pasar.

La marcha se convirtió entonces en un correcalles sin líder ni objetivo claro. Un grupo de jóvenes tomó la iniciativa y trató de aprovechar los pasos subterráneos del metro y los túneles para cortar la ronda. Incluso algunos escalaron una pequeña pendiente. Cada vez que los agentes les impedían el paso, la tensión con los vecinos crecía. Pero más allá de algún empujón, la sangre no llegó al río. Hacia las nueve menos cuarto, una decena de personas penetró, durante menos de un minuto, en la ronda. Pero el tráfico no resultó afectado. Los Mossos los desalojaron y tomaron aire después de casi hora y media corriendo arriba y abajo.

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