Manuel Vicent da el pregón del primer aceite en Osuna
El autor de 'Tranvía a la Malvarrosa' planta un olivo en la Colegiata de la ciudad sevillana
El novelista Manuel Vicent (La Vilavella, Castellón, 1936) dio ayer el pregón del primer aceite en la ciudad sevillana de Osuna en un acto en el que estuvo rodeado de decenas de personas. El autor de Tranvía a la Malvarrosa y Balada de Caín plantó antes un olivo en un patio de la Colegiata de la localidad sevillana. Manuel Vicent puso, de esta manera, su grano de arena en la celebración de la cultura del aceite.
Los actos se iniciaron en la Colegiata. Hacía frío en Osuna y la tarde se hizo noche. Manuel Vicent llegó pasadas las siete y media al lugar donde le esperaba el o...
El novelista Manuel Vicent (La Vilavella, Castellón, 1936) dio ayer el pregón del primer aceite en la ciudad sevillana de Osuna en un acto en el que estuvo rodeado de decenas de personas. El autor de Tranvía a la Malvarrosa y Balada de Caín plantó antes un olivo en un patio de la Colegiata de la localidad sevillana. Manuel Vicent puso, de esta manera, su grano de arena en la celebración de la cultura del aceite.
Los actos se iniciaron en la Colegiata. Hacía frío en Osuna y la tarde se hizo noche. Manuel Vicent llegó pasadas las siete y media al lugar donde le esperaba el olivo y una pala. Junto al olivo de Vicent se erguía el plantado el año anterior, en este caso por el poeta y novelista jerezano José Manuel Caballero Bonald. La plantación del olivo y el pregón del nacimiento del aceite unían, así, a dos escritores en la celebración de una cultura varias veces milenaria.
Algo más de medio centenar de personas se congregaron en la Colegiata. El frío avanzaba con la tarde y parecía impregnar las piedras antiguas del templo religioso. El alcalde de Osuna, Marcos Quijada, y el presidente de la Cooperativa Santa Teresa, José Luis Fernández, acompañaron al novelista.
Las personas reunidas, entre las que había varios amigos personales de Vicent, aplaudieron al escritor cuando echó sus paletadas de tierra continuando con un rito tan viejo como el hombre. Vicent, que lucía pajarita, sonrió entre agradecido y contento.
Agradecimiento
El escritor vivió una agradable velada en una ciudad marcada por la historia. Osuna es uno de esos lugares a los que siempre apetece volver. Sus calles repletas de palacios e iglesias hablan de un pasado en el que España pisaba fuerte en el arte y la política internacional. El novelista tuvo palabras de agradecimiento por ser invitado al acto del "nacimiento del aceite de oliva en la muy noble, leal y blasonada ciudad de Osuna".
"Permitidme, en primer lugar, unas palabras de gratitud por estar aquí, en esta bella ciudad de Osuna, tres veces milenaria, cuna de tartesos, íberos, romanos, musulmanes y cristianos. Le doy las gracias al Ayuntamiento y a la Cooperativa Santa Teresa por haberme invitado a hablar del aceite de oliva cuyo nacimiento vamos a celebrar con este acto, rodeado de amigos", dijo Vicent al dar el pregón en El Coto-Las Canteras. Y es que, sobre todo, el escritor de Castellón estuvo ayer rodeado de amigos.