El Gobierno central retirará los 700.000 metros cúbicos de residuos tóxicos de Erkimia en Flix

El material contaminado que se debe extraer del Ebro duplica lo previsto por los primeros estudios

La comisión de seguimiento para la descontaminación del embalse de Flix (Ribera d'Ebre) ha aprobado la extracción de los 700.000 metros cúbicos de residuos tóxicos vertidos durante años al río Ebro por Erkimia y acumulados en el lecho del pantano, frente a la población, en una operación que comenzará en 2007 y podría acabar en 2009. La operación de extracción de los materiales contaminados supondrá una inversión de entre 100 y 150 millones de euros.

La mayor parte de los residuos (600.000 toneladas) irá a parar a un vertedero especial ubicado en el término de Flix.

La decisión se...

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La comisión de seguimiento para la descontaminación del embalse de Flix (Ribera d'Ebre) ha aprobado la extracción de los 700.000 metros cúbicos de residuos tóxicos vertidos durante años al río Ebro por Erkimia y acumulados en el lecho del pantano, frente a la población, en una operación que comenzará en 2007 y podría acabar en 2009. La operación de extracción de los materiales contaminados supondrá una inversión de entre 100 y 150 millones de euros.

La mayor parte de los residuos (600.000 toneladas) irá a parar a un vertedero especial ubicado en el término de Flix.

La decisión se ha tomado tras analizar el estudio previo realizado a instancias de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que ha evaluado los aspectos económicos, técnicos y ambientales de las opciones planteadas: extracción o confinamiento de los residuos.

Además, el centenar de sondeos realizados sobre el terreno han puesto al descubierto el peor de los escenarios posibles: la existencia del doble de residuos de lo que se pensaba inicialmente. Según las previsiones más pesimistas, que avanzaba el informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se calculaban en alrededor de 350.000 metros cúbicos. Finalmente, se maneja la cifra de 700.0000 metros cúbicos, aunque Antonio Serrano, secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, apuntó ayer que se trabaja "con cantidades al alza, porque el objetivo fundamental es asegurar la salud de los ciudadanos y evitar riesgos".

El proyecto de extracción supondrá la construcción de una planta de tratamiento en las cercanías de la zona, donde se someterá el material más tóxico y peligroso, unas 100.000 toneladas, a un doble proceso: uno de carácter térmico y otro, mediante el cual se fijarán óxido y cal, que descontaminará el material.Los 600.000 metros cúbicos restantes serán transportados a las instalaciones del vertedero del Racó de la Pubilla, que se tendrán que adaptar.

Serrano destacó que el proyecto, que se llevará a cabo en tres fases, se ejecutará "con todas las medidas de seguridad", que incluyen la construcción de un muro provisional que separará la zona de los sedimentos del resto del pantano. La altura del muro será la suficiente para evitar que una crecida del río mientras duren los trabajos de descontaminación pudiese arrastrar los sedimentos aguas abajo. Además, se alzará un segundo muro de contención de los terrenos.

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Después de conocer el futuro de los residuos de Flix, el alcalde de la localidad y presidente del Consejo Comarcal de la Ribera d'Ebre, Pere Muñoz (ERC), subrayó la importancia de los trabajos porque "permitirán restituir la calidad del río Ebro antes de la llegada de Ercros". Muñoz se mostró esperanzado con las posibilidades de futuro que se abren para el municipio, ya que ha impulsado la creación de un centro tecnológico especializado en procesos de descontaminación. "Flix es ahora sinónimo de pueblo contaminado, esperamos que en 2009 sea un modelo de descontaminación", precisó.

La otra opción que se había apuntado para acabar con la contaminación consistía en aislar los residuos en una especie de sarcófago, pero se ha desestimado. Además de tratarse de una solución menos segura, era más cara. En este sentido, el delegado de la Generalitat en las Tierras del Ebro, Lluís Salvadó, reconoció que con el aislamiento no se podía acabar con el riesgo de que se produjesen filtraciones.

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