El cambio cromático del amanecer y el atardecer

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James Turrell, acompañado por asesores y responsables de la Fundación NMAC Montenmedio Arte Contemporáneo, seleccionó ayer el lugar exacto donde se ubicará su nuevo proyecto. Un terreno con pendiente era lo que necesitaba para que el conjunto funcionase. Una estructura piramidal servirá de molde, como el negativo de la imagen, para rodear una estupa de unos 10 metros que, desde el exterior, no sobresaldrá más de metro y medio. Los visitantes deberán cruzar un túnel bajo tierra para poder entrar en la estupa rodeada de agua, salvo por un pasillo. Como el funcionamiento de un reloj astronómico, ...

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James Turrell, acompañado por asesores y responsables de la Fundación NMAC Montenmedio Arte Contemporáneo, seleccionó ayer el lugar exacto donde se ubicará su nuevo proyecto. Un terreno con pendiente era lo que necesitaba para que el conjunto funcionase. Una estructura piramidal servirá de molde, como el negativo de la imagen, para rodear una estupa de unos 10 metros que, desde el exterior, no sobresaldrá más de metro y medio. Los visitantes deberán cruzar un túnel bajo tierra para poder entrar en la estupa rodeada de agua, salvo por un pasillo. Como el funcionamiento de un reloj astronómico, con neones de colores, la luz penetrará y aproximará la visión del cielo.

Turrell detalla que la contemplación precisa de su obra puede durar hora y media, el tiempo aproximado del cambio cromático del amanecer y el atardecer. Con todo, las visitas serán libres. La elección de un túnel bajo tierra sumergirá al público al interior de su concepción de la luz como un material tan físico como los ladrillos, el hormigón y el cemento con los que se sustentan los edificios que construirá.

Al artista le interesa la luz que permite ver y la oscuridad que permite soñar. En sus trabajos anteriores experimentó ya con esas sensaciones. Con la máxima dilatación de la pupila para contemplar figuras en condiciones de penumbra absoluta. Algunos de sus trabajos no pueden disfrutarse hasta que no han transcurrido 20 minutos observándolos. "Es toda una experiencia. Porque no ves nada y pasado ese tiempo crees ver algo. Pero si cierras los ojos también lo ves", evocó la directora de la NMAC, Jimena Blázquez, requerida por Turrell para explicar el resultado de su trabajo. Porque el artista prefiere que sea su público el que responda cuando le preguntan por las sensaciones que busca. "Me gusta experimentar con esa percepción de la luz que pertenece casi a los sueños", aseguró.

El artista abandonó ayer España tras elegir el lugar exacto para su proyecto. Y se marchó descubriendo que su primera obra exterior en España de carácter permanente se quedará muy cerca de la costa gaditana, la Costa de la Luz.

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