Emili Rosales refleja la "fragilidad del mundo" en 'La ciudad invisible'
Una iglesia neoclásica, un canal de navegación y un plan urbanístico para 50.000 habitantes es todo lo que queda de la ciudad soñada por Carlos III en el Delta del Ebro. El escritor, poeta y editor Emili Rosales (San Carles de la Rápita, Tarragona, 1968) parte de estas ruinas, en las que jugó en su infancia, para reconstruir en su cuarta novela, La ciudad invisible, las intrigas que rodearon aquel proyecto fallido y olvidado. "La historia se basa en uno de los asuntos más misteriosos del reinado de Carlos III, en uno de sus proyectos de modernización que se quedaron por el camino: la fu...
Una iglesia neoclásica, un canal de navegación y un plan urbanístico para 50.000 habitantes es todo lo que queda de la ciudad soñada por Carlos III en el Delta del Ebro. El escritor, poeta y editor Emili Rosales (San Carles de la Rápita, Tarragona, 1968) parte de estas ruinas, en las que jugó en su infancia, para reconstruir en su cuarta novela, La ciudad invisible, las intrigas que rodearon aquel proyecto fallido y olvidado. "La historia se basa en uno de los asuntos más misteriosos del reinado de Carlos III, en uno de sus proyectos de modernización que se quedaron por el camino: la fundación de la ciudad de San Carlos. A semejanza de las ciudades ideales del siglo XVIII, como San Petersburgo, San Carlos estaba llamada a fomentar el comercio entre América y el Mediterráneo", explicó el autor en la presentación de la edición en castellano. Cerca de 40.000 ejemplares vendidos y el Premio Sant Jordi 2004 preceden a la publicación de esta traducción de La ciudad invisible (Seix Barral).
Pasado y presente se entrecruzan en la novela, que se adentra en la vida cortesana del siglo XVIII y en temas tan actuales como el polémico plan hidrológico del Ebro. Los protagonistas de esta narración en dos tiempos son Andrea Roselli, el arquitecto italiano encargado del proyecto, y Emili Rossell, un galerista barcelonés actual, cuya búsqueda de un cuadro perdido de Tiepolo le conduce a través de un manuscrito al corazón de la intriga histórica. "La novela es una investigación personal, una búsqueda que traslada al galerista a retroceder 200 años atrás. Podríamos decir que es la historia de un niño que sale, se pierde y tiene que pasar por el siglo XVIII, por los palacios venecianos y la Rusia de Catalina la Grande para volver a casa", aseguró el autor. Italia, Rusia y Madrid han sido algunos de los lugares que ha visitado para documentarse y empaparse del ambiente de La ciudad invisible, una novela con la que ha intentado reflejar "la fragilidad del mundo y de la vida que tenemos; lo que vemos por muy poco podría ser de otra manera".