El cierre del matadero de Vitoria refuerza a la empresa Gurokela impulsada por el Gobierno

Los sindicatos creen que un solo matadero para todo Euskadi no es una fórmula sostenible

El cierre del matadero de Vitoria, anunciado para el próximo día 2, y la posibilidad de que ocurra lo mismo con el de Oñati, va a reforzar el modelo que propone la sociedad Gurokela, impulsada y participada por el Gobierno vasco, Gurokela, que se adjudicó el matadero de Bilbao. Los sindicatos ganaderos, sin embargo, desconfían del esquema de concentración del sector cárnico vasco al que se camina -similar al que se produjo en el de la leche con Iparlat- y considera que va a perjudicar a los pequeños productores al reducir las posibilides de elección.

En la actualidad siguen operando en ...

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El cierre del matadero de Vitoria, anunciado para el próximo día 2, y la posibilidad de que ocurra lo mismo con el de Oñati, va a reforzar el modelo que propone la sociedad Gurokela, impulsada y participada por el Gobierno vasco, Gurokela, que se adjudicó el matadero de Bilbao. Los sindicatos ganaderos, sin embargo, desconfían del esquema de concentración del sector cárnico vasco al que se camina -similar al que se produjo en el de la leche con Iparlat- y considera que va a perjudicar a los pequeños productores al reducir las posibilides de elección.

En la actualidad siguen operando en el País Vasco los mataderos de San Sebastián, Tolosa, Oñati (este último en medio de rumores de cierre), y el de Amurrio, que es de pequeño tamaño y atiene únicamente a los ganaderos de la zona.

Tras el anunciado cierre del matadero de Vitoria, que sigue al de Durango, todos los sacrificios que se realicen en Vizcaya y Álava están ya en manos de la sociedad de responsabilidad limitada Gurokela, en la que el Gobierno participa con el 20% del capital. La empresa cuenta en la actualidad con alrededor de 260 socios -en su mayoría proceden de los 1.500 ganaderos con más cuatro vacas censados en Euskadi- y un capital desembolsado de 420.000 euros.

La gerencia del matadero de Vitoria, que dejó de ser municipal en los noventa, ha garantizado a los usuarios que tras el cierre de las instalaciones, el 2 de septiembre, el precio de la carne en la carnicería va a seguir siendo el mismo, aunque aumenten los costes de logística y transporte desde Bilbao. Pero los sindicatos EHNE y UAGA interpretan que esa garantía equivale a nuevas subvenciones para equilibrar el sobrecoste. Según argumentan, no es una solución sostenible en un sector que ya está muy subvencionado. Para los dos sindicatos agroganaderos, un sector concentrado en el macro matadero de Zorroza, "favorecido por el Gobierno", además de acabar con los baserritarras y las pequeñas explotaciones, va a "perjudicar a todos los demás proyectos que no comulguen con Gurokela". El responsable de EHNE, Mikel Kormenzana, sostiene que "al ir todos los apoyos institucionales a Gurokela, el resto se va a quedar a dos velas".

Esta sociedad, que ganó la subasta para la privatización del Matadero de Bilbao, propugna una concentración del sector para poder ser más competitivos, en línea con el estudio que hizo el Gobierno vasco en 2004. En ese Libro blanco se recomendaba a los ganaderos implicarse también en el sacrificio de sus reses y empezar a operar en serio en cuanto al despiece, y finalmente, en la comercialización.

Los cuatro objetivos han sido asumidos en su literalidad por Gurokela. El consejero delegado de la sociedad, Iñaki García Pérez, dijo en el Parlamento vasco, el pasado día 21 de febrero que su objetivo es corregir ineficiencias "en toda la cadena", especialmente en el despiece y en la comercialización. La operación es similar a la que impulsó el Gobierno vasco con Iparlat para el sector lácteo, y que para los rpincipales sindicatos del sector va en contra de las indicaciones que hace la propia UE de promover la comarcalización.

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Para el Gobierno se trata de dos cosas diferentes. Una es el reordenamiento del mapa de los mataderos y otra el impulso de Gurokela por hacer más eficiente al sector vasco de la carne. Fuentes de Agricultura indicaron ayer que el matadero de Vitoria no podía mantener su actividad con la carga de trabajo que tenía.

Víctor Javier Sáenz, gerente y copropietario de la empresa que lo explota (Mafrialsa) y socio a su vez de Gurokela, explica que la continuidad de la instalación de Júndiz es insostenible, ya que la cadena de sacrificio sólo tiene trabajo para dos horas. "Si matáramos durante ocho horas el lunes, habríamos acabado para toda la semana, y así es imposible mantener la instalación, no es rentable", declara.

Para Sáenz las críticas de los sindicatos de que centralizar la actividad en Bilbao va contra de la calidad, no se sostienen. "Hay controles de calidad internos y externos, y el label de la carne está en el proceso de crianza, no dónde se realiza el sacrificio", subraya. Sin embargo, el dirigente de UAGA Luis Ganuza alega que "un buen producto artesanal va a ser siempre mejor que un buen producto industrial".

Línea de sacrificio de vacuno del matadero de Vitoria, en una imagen de archivo.L. RICO

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