Agricultura fija una distancia mínima de 50 metros entre los transgénicos y otros cultivos

España aplicará en los primeros meses de 2006, coincidiendo con el periodo de siembra del maíz, una nueva regulación sobre la coexistencia de cultivos convencionales y ecológicos con cultivos de transgénicos (organismos genéticamente modificados). El proyecto de real decreto sobre esta materia, que se debatirá con los consejeros autonómicos de Medio Ambiente en octubre, fue presentado ayer por responsables de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente. Éstas son los aspectos más relevantes del texto legal:

- Cultivos a los que se aplicará.

A todas las especies vegetales pa...

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España aplicará en los primeros meses de 2006, coincidiendo con el periodo de siembra del maíz, una nueva regulación sobre la coexistencia de cultivos convencionales y ecológicos con cultivos de transgénicos (organismos genéticamente modificados). El proyecto de real decreto sobre esta materia, que se debatirá con los consejeros autonómicos de Medio Ambiente en octubre, fue presentado ayer por responsables de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente. Éstas son los aspectos más relevantes del texto legal:

- Cultivos a los que se aplicará.

A todas las especies vegetales para las que la Unión Europea haya autorizado la modificación genética de su cultivo; de momento, sólo el maíz.

Más información

- Distancia mínima entre cultivos. Las distancias de aislamiento serán de al menos 50 metros entre cultivos de maíz transgénico y cultivos tradicionales o ecológicos, para evitar la contaminación de las parcelas conlindantes. Además, el perímetro de la parcela de transgénicos se sembrará con maíz convencional. Este maíz se cosechará y mezclará con el transgénico y se etiquetará como tal.

- Obligaciones de los agricultores. Deberán comunicar a la Administración, con un mes de antelación a la siembra, su voluntad de cultivar transgénicos. También tendrán que informar a los agricultores colindantes.

La Fundación Antama, que promueve el uso de la biotecnología, ha valorado positivamente el proyecto presentado. La organización ecologista Greenpeace, sin embargo, asegura que el proyecto "supone un engaño a los ciudadanos", según indica el responsable del grupo de estudios sobre transgénicos de la organización, Juan Felipe Carrasco. "La distancia mínima de 50 metros es absurda, ya que el polen del maíz transgénico puede volar 800 o 900 metros. Además, la normativa no debería basarse en la distancia entre los cultivos, sino en establecer sanciones para aquéllos que han contaminado, que tendrían que indemnizar a los agricultores afectados."

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