"Lo difícil es vivir como quieren los demás"
"Lo difícil es vivir como quieren los demás. Para eso sí que se necesita valentía", reflexiona Mayte Martín. Siendo paya y catalana, frecuentaba las peñas flamencas de Barcelona para aprender el cante, un mundo "cerrado y machista". Con 17 años, anunció a su madre que se había enamorado de otra chica. "No hubo problema. No los he tenido con nadie, o al menos con nadie que me importe".
"Creo que hay que estar presente y ser natural", dice la también bolerista, de 40 años. "A los 18, yo le daba besos a mi pareja en cualquier sitio, y cuando me preguntan contesto". Mayte creció en Barcelon...
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"Lo difícil es vivir como quieren los demás. Para eso sí que se necesita valentía", reflexiona Mayte Martín. Siendo paya y catalana, frecuentaba las peñas flamencas de Barcelona para aprender el cante, un mundo "cerrado y machista". Con 17 años, anunció a su madre que se había enamorado de otra chica. "No hubo problema. No los he tenido con nadie, o al menos con nadie que me importe".
"Creo que hay que estar presente y ser natural", dice la también bolerista, de 40 años. "A los 18, yo le daba besos a mi pareja en cualquier sitio, y cuando me preguntan contesto". Mayte creció en Barcelona escuchando a La Niña de los Peines y, añade, mirando a sus compañeras.
"Que se apruebe el matrimonio homosexual es fundamental, es una muestra de que todo el mundo tiene los mismos derechos". Casarse, dice, es más importante a nivel legal que romántico. "No he pensado en hacerlo [tiene pareja], pero tampoco lo descarto, igual que adoptar". Y para tener niños dice que sólo hay que plantearse tener tiempo y dedicación. Todo está muy confundido, asegura, "hay muchos niños en familias convencionales que no tienen lo que necesitan: felicidad y equilibrio emocional". "Soy antiiglesia por cosas así, porque no permiten que dos personas que se quieren puedan casarse".