Plan para reducir los embarazos no deseados entre adolescentes

El Ayuntamiento de Barcelona quiere poner coto a las conductas sexuales de riesgo

Las autoridades sanitarias del Ayuntamiento de Barcelona se han propuesto poner coto a las conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes de la ciudad, que están incrementando las tasas de embarazos no deseados, abortos y enfermedades de transmisión sexual. La Agencia de Salud Pública de Barcelona pondrá en marcha un programa en horario extraescolar para frenar la "relajación" de los jóvenes a la hora de protegerse en sus relaciones sexuales.

Los datos que dio a conocer ayer la Agencia de Salud Pública de Barcelona, dependiente del consistorio, demuestran que la preocupación de las...

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Las autoridades sanitarias del Ayuntamiento de Barcelona se han propuesto poner coto a las conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes de la ciudad, que están incrementando las tasas de embarazos no deseados, abortos y enfermedades de transmisión sexual. La Agencia de Salud Pública de Barcelona pondrá en marcha un programa en horario extraescolar para frenar la "relajación" de los jóvenes a la hora de protegerse en sus relaciones sexuales.

Los datos que dio a conocer ayer la Agencia de Salud Pública de Barcelona, dependiente del consistorio, demuestran que la preocupación de las autoridades sanitarias no es infundada. El 15% de las jóvenes de 18 años de Barcelona y el 5% de las de 16 años admiten que han tomado la píldora poscoital durante los últimos seis meses.

La píldora poscoital, que puede obtenerse desde octubre del año pasado en los centros de atención primaria del sistema sanitario público y en los centros de salud sexual y reproductiva, se utiliza en las 72 horas siguientes a una relación sexual sin protección, con el objetivo de evitar un embarazo. La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) advertirá, en el marco de un programa que pondrá en marcha este verano para evitar prácticas sexuales de riesgo entre los jóvenes, que la utilización de este anticonceptivo de emergencia no evita las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el VIH, la sífilis y la gonorrea, patologías que están registrando un imparable ascenso desde el año 2000, según ha alertado el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, que dirige la consejera Marina Geli.

El programa de prevención, que incluye un manual dirigido a educadores sociales y de calle, y a monitores de entidades de ocio, pretende "corregir la ligera tendencia al alza" de los embarazos no deseados entre las jóvenes y la "relajación" de los adolescentes a la hora de tomar medidas de protección en sus relaciones sexuales, según explicó ayer la presidenta de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento, Imma Mayol.El número de embarazos no deseados entre chicas menores de 20 años de la ciudad de Barcelona fue de 770 el año pasado, frente a los 660 que se registraron en 1994. El 70% de estas gestaciones fueron interrumpidas, un porcentaje ligeramente superior al que se registró hace 10 años, que fue del 67%, según datos de la Agencia de Salud Pública municipal.

Imma Mayol señaló ayer que el aumento de embarazos no deseados y de abortos en esa franja de edad "no es alarmante" si las cifras se comparan con las de otros países, aunque señaló que un solo caso ya es suficiente para justificar los programas de prevención.

Según Mayol, en comparación con otros países desarrollados, Cataluña está bien situada, con 6,8 nacimientos de madres adolescentes por cada 1.000 mujeres y 10,8 abortos, frente a Alemania, que registra 13 nacimientos y 5,3 abortos; Nueva Zelanda, con 33,4 alumbramientos y 22,5 abortos, y Estados Unidos, donde se dan 55,6 nacimientos de madres adolescentes y 30,2 abortos por cada 1.000 mujeres.

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El objetivo de la Agencia de Salud Pública es que el programa que ha impulsado en colaboración con entidades de ocio, casals juveniles y de barrio, centros cívicos y asociaciones escoltas llegue a unos 400 jóvenes de la ciudad y del área metropolitana, donde el 15,5% de este colectivo admite que prescinde en ocasiones de métodos de protección en sus relaciones sexuales.

Un manual titulado Hablemos claro en la calle ofrece a los responsables de las entidades juveniles y de ocio herramientas para "enfocar correctamente sus intervenciones ante los jóvenes, así como actividades prácticas sobre salud sexual". El libro orienta a los jóvenes sobre cómo no llegar a un embarazo no deseado y cómo evitar la infección del sida o de otras enfermedades de transmisión sexual. Además de formación dirigida a educadores y monitores, la Agencia de Salud Pública de Barcelona repartirá entre las entidades material diverso, como un vídeo de sensibilización, preservativos gratuitos e información sobre la píldora poscoital.

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