El presidente de Bolivia convoca elecciones a la Asamblea constituyente

Los líderes de la protesta indígena rechazan la propuesta de Mesa y anuncian nuevos bloqueos

La convocatoria a elecciones para constituir la Asamblea Constituyente y al referéndum autonómico con carácter vinculante, formulada por el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ha contribuido a exacerbar los ánimos de los dirigentes de la mayor protesta indígena que sacude el país desde octubre de 2003. Los líderes de la protesta anunciaron un endurecimiento del bloqueo de las carreteras y movilizaciones por todo el país.

Los dirigentes del Comité Cívico de Santa Cruz y de organizaciones empresariales del oriente boliviano -la primera región económica del país- calificaron el decreto de ...

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La convocatoria a elecciones para constituir la Asamblea Constituyente y al referéndum autonómico con carácter vinculante, formulada por el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, ha contribuido a exacerbar los ánimos de los dirigentes de la mayor protesta indígena que sacude el país desde octubre de 2003. Los líderes de la protesta anunciaron un endurecimiento del bloqueo de las carreteras y movilizaciones por todo el país.

Los dirigentes del Comité Cívico de Santa Cruz y de organizaciones empresariales del oriente boliviano -la primera región económica del país- calificaron el decreto de convocatoria a la Asamblea y al referéndum como una usurpación de funciones parlamentarias. Los líderes de los grupos vecinales, indígenas y de los trabajadores de Occidente rechazan la convocatoria presidencial porque la consideran una medida de distracción de las oligarquías dominantes. Ambas partes coincidieron, sin embargo, en pedir el adelantamiento de elecciones generales como una salida política a la crisis.

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Mesa, en un mensaje a la nación al filo de la medianoche del jueves, convocó las elecciones de asambleístas y la consulta ciudadana sobre las autonomías para el 16 de octubre en un intento de distender la situación. Mientras, miles de indígenas permanecían en vigilia a 100 metros de la plaza Murillo a la espera de acuerdos parlamentarios.

El presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, anunció, poco antes del mensaje de Mesa, el fracaso de las negociaciones entre los distintos grupos parlamentarios e indicó que la Cámara no volverá a reunirse hasta el próximo martes. Los parlamentarios salieron al abrigo de la noche temerosos de la reacción de los manifestantes. Rodearon el lugar gracias a una cuidada operación policial, dirigida por el propio ministro del Interior, Saúl Lara.

Altísimo riesgo

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Mesa advirtió de que Bolivia está viviendo un momento de extrema urgencia y una situación de confrontación de altísimo riesgo. "Creo que no podemos esperar hasta el martes porque el país está sometido a presiones y tensiones que lo pueden hacer estallar", dijo el presidente, que confía en que el decreto permita al Congreso la definición y discusión de leyes y sus mecanismos para acabar con la incertidumbre. Mesa expresó su esperanza en que con este decreto los movimientos sociales levanten las medidas que paralizan el país.

Sus adversarios consideraron su determinación como una buena intención que, sin embargo, no resuelve la crisis política. El diputado Evo Morales, del Movimiento al Socialismo, señaló que la medida positiva llegó demasiado tarde. El movimiento social exige la renuncia de Mesa.

"El presidente en sí constituye un serio problema para la pacificación del país, debe irse", afirmó el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, Mauricio Roca, en declaraciones a un canal de televisión local. "Es una jugada política para canalizar las protestas sociales hacia el Parlamento", dijo el ex vocal de la Corte Nacional Electoral, Jorge Lazarte.

Un grupo de manifestantes indígenas marcha hacia La Paz.ASSOCIATED PRESS

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