Una maestra de una guardería de Sant Cugat contagia la tuberculosis a 16 niños

No se descartan más casos, ya que otros 19 alumnos dan positivo en las primeras pruebas

Un total de 16 niños de entre uno y cinco años de una guardería de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental) han contraído tuberculosis al resultar contagiados por una profesora del centro afectada por la enfermedad. El Departamento de Salud no descarta la aparición de nuevos casos, ya que otros 19 niños han dado positivo en la prueba de la tuberculina, lo que indica que han entrado en contacto con el bacilo Mycobacterium tuberculosis y, por tanto, pueden desarrollar la enfermedad. Salud investiga por qué el brote ha adquirido tal magnitud, considerada insólita por los neumólogos.
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Un total de 16 niños de entre uno y cinco años de una guardería de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental) han contraído tuberculosis al resultar contagiados por una profesora del centro afectada por la enfermedad. El Departamento de Salud no descarta la aparición de nuevos casos, ya que otros 19 niños han dado positivo en la prueba de la tuberculina, lo que indica que han entrado en contacto con el bacilo Mycobacterium tuberculosis y, por tanto, pueden desarrollar la enfermedad. Salud investiga por qué el brote ha adquirido tal magnitud, considerada insólita por los neumólogos.

El brote de tuberculosis que se ha declarado en la guardería privada La Mainada de Sant Cugat del Vallès, considerado por los neumólogos un caso insólito por el elevado número de personas contagiadas, ha generado gran preocupación entre los padres de los alumnos, aunque no han dejado de llevar a sus hijos al centro. El Departamento de Salud ha indicado a la guardería, a la que asisten 122 niños de entre uno y cinco años, que puede seguir abierta, dado que ya no existe peligro de nuevas infecciones porque la tuberculosis "no es contagiosa entre los niños" y la educadora que ha actuado como foco de la infección está de baja.

La Generalitat tuvo conocimiento el pasado día 15 de abril de que a una maestra de la guardería La Mainada se le había diagnosticada tuberculosis el día antes. El Departamento de Salud, siguiendo el protocolo del Programa de Prevención y Control de la Tuberculosis, inició inmediatamente un estudio entre los 122 alumnos y los 19 adultos (docentes y otros trabajadores) del centro. Un total de 35 niños dieron positivo en las pruebas de la tuberculina, que se practican para detectar si el paciente ha entrado en contacto con el bacilo que causa la enfermedad, el Mycobacterium tuberculosis.

Las pruebas radiológicas efectuadas a estos niños han permitido confirmar que 16 de ellos han desarrollado la enfermedad, ya que se han observado "pequeñas alteraciones en el pulmón". Los 19 niños restantes "están pendientes de ser sometidos a pruebas más específicas" y no se descarta que a todos o algunos de ellos se les diagnostique también tuberculosis, según el director general de Salud Pública, Antoni Plasencia.

A ninguna de las 19 docentes se le han detectado signos de haber desarrollado la enfermedad, aunque 12 han resultado infectadas por el bacilo y han recibido tratamiento farmacológico preventivo.

Los niños que han contraído la enfermedad han iniciado la terapia correspondiente. Salud quiso ayer tranquilizar a los padres y educadores del centro insistiendo en que la tuberculosis, aunque es "poco frecuente" en Occidente, es una enfermedad que se cura. Sin embargo, destacó Plasencia, el tratamiento farmacológico debe seguirse de manera muy estricta para que sea efectivo, objetivo que, admitió el director de Salud Pública, no resultará fácil dada la corta edad de los pacientes y la larga duración de las terapias, que pueden superar los seis meses.

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Una de las dos directoras de la guardería, Maria Antònia Latorre, agradeció ayer la "comprensión" que han demostrado los padres de los alumnos del centro a pesar de la preocupación que les ha generado la aparición del brote, informa Sílvia Marimon. Latorre explicó que por el momento se desconoce la vía por la que se contagió la profesora que originó el brote en el centro. Antoni Plasencia señaló que se está intentando averiguar este extremo a través de "un estudio sobre los contactos que ha mantenido la paciente".

La profesora, que está de baja desde que se le diagnosticó tuberculosis, "no presentaba síntomas que hicieran sospechar que sufría la enfermedad", según aseguró ayer la directora del centro.

Cambio de tendencia

Incluida entre las enfermedades de declaración obligatoria, la tuberculosis se transmite por las vías respiratorias o por ingestión. Su sintomatología es variable, aunque suele manifestarse con episodios de tos, estados febriles y cansancio general.

Tras el fuerte incremento de la prevalencia de esta enfermedad en las sociedades occidentales a finales de la década de 1980 a causa del auge del sida, la incidencia de la tuberculosis inició un continuado descenso con la aparición de los antirretrovirales, que representaron un freno al avance del VIH.

Este descenso sostenido de la tuberculosis, sin embargo, ha empezado a ralentizarse en los últimos años a causa de la inmigración. España, con 30 casos por cada 100.000 habitantes, es uno de los países europeos con mayor incidencia de la tuberculosis. En Cataluña, el número de niños afectados se ha incrementado desde el año 2000. De 45 casos se pasó a 59 en 2003.

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