TENSIÓN EN ASIA

Entre el conflicto y el entendimiento

Pekín y Tokio tienen una larga historia de conflictos. Entre 1894 y 1895 se enzarzaron en una guerra por el control de la península de Corea. Pero el enfrentamiento que marca sus agrias relaciones es la invasión de China (1931-1945), que sólo acabó con la derrota japonesa en la II Guerra Mundial. Durante esos años, murieron más de 20 millones de personas. Pekín dice que Japón nunca ha asumido las atrocidades que cometió.

El Gobierno mantiene vivo el recuerdo de los crímenes japoneses a través de los libros de texto y los medios de comunicación, que cada año, con ocasión del aniversario ...

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Pekín y Tokio tienen una larga historia de conflictos. Entre 1894 y 1895 se enzarzaron en una guerra por el control de la península de Corea. Pero el enfrentamiento que marca sus agrias relaciones es la invasión de China (1931-1945), que sólo acabó con la derrota japonesa en la II Guerra Mundial. Durante esos años, murieron más de 20 millones de personas. Pekín dice que Japón nunca ha asumido las atrocidades que cometió.

El Gobierno mantiene vivo el recuerdo de los crímenes japoneses a través de los libros de texto y los medios de comunicación, que cada año, con ocasión del aniversario del inicio de la invasión, aprovechan la fecha para alimentar el fervor nacionalista. El nacionalismo, en China, está en alza, especialmente entre los jóvenes, a medida que el Imperio del Centro ha ganado importancia económica e influencia en la escena internacional, donde lucha con Japón por el liderazgo asiático.

Las autoridades han recurrido al orgullo nacional para mantener unido el país y cubrir el vacío dejado por el fin de la ideología comunista, que se ha evaporado con las reformas económicas. "Odiar a los japoneses se ha convertido en una moda", afirma Liu.

Algunos críticos con Pekín aseguran que los libros de historia chinos no son un ejemplo de ecuanimidad porque están escritos para reforzar el victimismo nacional y glorificar al Partido Comunista. Además, pasan por alto hechos como la masacre de Tiananmen, en 1989, en la que murieron cientos de civiles [las autoridades no han dicho nunca cuántos] a manos del Ejército; o los más de 20 millones de muertos por hambre y enfermedad durante el Gran Salto Adelante lanzado por Mao Zedong en 1958 para impulsar la producción industrial.

Pero a pesar de que, según la prensa, más de 20 millones de personas han firmado una petición en Internet en contra de las ambiciones de Tokio de sentarse en el Consejo de Seguridad de la ONU, muchos jóvenes -que no vivieron el conflicto- se muestran a favor de mejorar los lazos con su vecino. "Les hemos tendido la mano y la han rechazado. Pero la historia también es pasado, así que deberíamos mejorar las relaciones", dice Xu. Unas relaciones que se han convertido en el único factor de estabilidad entre los dos países. China adelantó el año pasado, por primera vez, a Estados Unidos como primer socio comercial de Japón. El comercio bilateral ascendió a 168.000 millones de dólares, un 26% más. Unas 16.000 empresas niponas operan en el gigante asiático.

"La interdependencia económica se ha profundizado en los últimos años, y la recuperación japonesa depende en gran parte del creciente consumo chino", dice Ken Jimbo, especialista en cuestiones de seguridad en Asia Pacífico. "Nuestra historia es la que es, pero deberíamos desarrollar buenas relaciones con Japón, porque estamos en un mercado global", afirma Liu, quien añade: "Todo este enfrentamiento es algo entre los políticos".

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