Castro ensalza a "un amigo de Cuba"
El Gobierno de Fidel Castro se ha volcado en reconocimientos a Juan Pablo II, a quien altos funcionarios han recordado tras su fallecimiento como un "amigo de Cuba", pese a las discrepancias en muchos temas sensibles con la Iglesia católica. Las autoridades han decretado tres días de luto oficial, han suspendido los partidos de la final nacional de béisbol -el deporte nacional-, e incluso han pospuesto las celebraciones festivas programadas para el aniversario de la fundación de la organización de pioneros y la Unión de Jóvenes Comunistas.
Castro envió un mensaje al cardenal Eduardo Mar...
El Gobierno de Fidel Castro se ha volcado en reconocimientos a Juan Pablo II, a quien altos funcionarios han recordado tras su fallecimiento como un "amigo de Cuba", pese a las discrepancias en muchos temas sensibles con la Iglesia católica. Las autoridades han decretado tres días de luto oficial, han suspendido los partidos de la final nacional de béisbol -el deporte nacional-, e incluso han pospuesto las celebraciones festivas programadas para el aniversario de la fundación de la organización de pioneros y la Unión de Jóvenes Comunistas.
Castro envió un mensaje al cardenal Eduardo Martínez Somalo, en el que expresa las condolencias de su Gobierno y considera que la visita del Pontífice a la isla en enero de 1998 "quedará grabada en la memoria" de Cuba "como un momento trascendental en las relaciones" entre el Vaticano y La Habana. "La humanidad guardará un emotivo recuerdo de la incansable labor de su santidad a favor de la paz, la justicia y la solidaridad entre todos los pueblos", manifiesta en su misiva el mandatario, cuya sintonía personal con el Papa, durante el viaje a Cuba, fue notoria.
La reacción del Gobierno cubano ha sido tan amplia, rápida y dadivosa que ha sorprendido a la jerarquía eclesiástica católica. Por primera vez desde la visita del Papa, el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, tuvo acceso a la televisión oficial para dirigir un mensaje a los cubanos.