El presidente busca el equilibrio en un enfoque regional de la seguridad

"Nunca estaremos seguros si nuestros vecinos y amigos no lo están, de modo que, cuando contribuimos a la seguridad de nuestros vecinos y amigos, estamos trabajando por nuestra propia seguridad". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, resumió ayer el sentido final de su segunda gira por América Latina con esta frase, que quiere trascender las polémicas suscitadas por las ventas de material militar, a través de un enfoque de las relaciones de España con Colombia y Venezuela equilibrado y basado en la cooperación sobre un problema real: el terrorismo y el narcotráfico que afect...

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"Nunca estaremos seguros si nuestros vecinos y amigos no lo están, de modo que, cuando contribuimos a la seguridad de nuestros vecinos y amigos, estamos trabajando por nuestra propia seguridad". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, resumió ayer el sentido final de su segunda gira por América Latina con esta frase, que quiere trascender las polémicas suscitadas por las ventas de material militar, a través de un enfoque de las relaciones de España con Colombia y Venezuela equilibrado y basado en la cooperación sobre un problema real: el terrorismo y el narcotráfico que afecta y enturbia las relaciones entre los dos países.

"Este es uno de los principios fundamentales de la relación de España con nuestros amigos y hermanos latinoamericanos. Es un principio que inspira nuestra política y que se materializa en un esfuerzo constante por ayudar a aliviar tensiones en la región", añadió.

Pronunciadas en el Congreso colombiano, estas palabras están llamadas a tener menos eco que las que Zapatero dijo la víspera en Caracas, ya que allí el presidente de la Cámara, el chavista Nicolás Maduro, anunció que había dado instrucciones para que el discurso del presidente se publicara íntegro "en todos los periódicos". Pero la sobriedad montañesa de los políticos bogotanos supo apreciar suficientemente el mensaje y encontrar un terreno de diálogo con el huésped español, superando las diferencias ideológicas que les separan.

"América Latina no quiere armas. Quiere universidades y medios para combatir la pobreza", dijo Humberto Gómez Gallo, presidente del Senado. La frase no merece ser interpretada como un simple rechazo de la venta de armas a Chávez, puesto que las autoridades colombianas agradecieron ayer el tercer avión militar de transporte que Zapatero añadió a los dos ya regalados. Es más bien una corrección de la resistencia de Uribe a considerar la existencia de causas del terrorismo, y de las dificultades que esa posición plantea a una estrategia común.

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