La policía investiga la muerte de una mujer de 48 años y su madre en Valencia

El móvil pasional es el que la Policía Nacional barajaba ayer con más fuerza en la investigación relacionada con el asesinato de Ada Elsa Kettler de Guevara, de 74 años, y Graciela Ada de Guevara, de 48 años, madre e hija, que fueron encontradas en su domicilio de Valencia, en la avenida del Doctor Waksman el domingo por la tarde con signos de violencia. "La cerradura no estaba forzada y no se han llevado nada del interior, por lo que, sin descartar otras líneas de estudio, todo apunta a un crimen pasional", comentaron ayer a este periódico fuentes policiales. Las pesquisas se centraban en el ...

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El móvil pasional es el que la Policía Nacional barajaba ayer con más fuerza en la investigación relacionada con el asesinato de Ada Elsa Kettler de Guevara, de 74 años, y Graciela Ada de Guevara, de 48 años, madre e hija, que fueron encontradas en su domicilio de Valencia, en la avenida del Doctor Waksman el domingo por la tarde con signos de violencia. "La cerradura no estaba forzada y no se han llevado nada del interior, por lo que, sin descartar otras líneas de estudio, todo apunta a un crimen pasional", comentaron ayer a este periódico fuentes policiales. Las pesquisas se centraban en el entorno familiar y sentimental de las fallecidas, aunque al cierre de esta edición no había ninguna persona detenida. La policía no tenía constancia de que las fallecidas hubieran presentado alguna denuncia por maltrato ni de antecedentes de alguna pareja de las mujeres asesinadas.

Las dos tenían heridas de arma blanca y podrían llevar entre 5 y 7 días fallecidas

Los cuerpos de las dos mujeres, ambas argentinas, fueron encontrados hacia las 20.00 horas del domingo por la Policía ante el aviso de un familiar que no podía contactar con ellas. Al acudir al domicilio, los agentes observaron que las dos presentaban heridas de arma blanca aunque la autopsia, que ayer se inició sobre los dos cuerpos, determinará las causas exactas de las muertes. El análisis de los forenses fijará también con exactitud el tiempo que llevaban muertas, que según los primeros análisis, podría rondar entre los cinco y los siete días.

Las dos fallecidas no eran muy conocidas en el barrio. La más joven ocupaba un piso de alquiler desde hace un año, en cuya puerta había un cartel pegado con adhesivo con una dirección electrónica -www.designweb.com- para el diseño, creación y alojamiento de páginas web. Su madre llegó al piso aproximadamente hace tres meses, según una vecina. "Me las crucé hace mes y medio; venían del hospital, de una operación de cadera de la madre", apuntaba la misma persona. Carmen, que regenta el horno que hay justo al lado del patio en el que vivían las fallecidas recordaba haber visto a la hija -"alta, rubia, corpulenta, guapetona"- acompañada de una joven de unos 20 años, a la que consideraba su hija. "No venía muy a menudo, era agradable y no me llamó nunca la atención por nada", señaló la mujer.

Ninguno de los vecinos con los que habló ayer este periódico recordaba haber escuchado recientemente algún ruido sospechoso que pudiera estar relacionado con el doble asesinato. Sí señalaron que en el domicilio se escuchaba la radio y la televisión los últimos días. Ayer, las ventanas del piso que dan al patio interior se encontraban abiertas de par en par y dejaban ver la cocina, en la que había envases de leche y de refresco sobre el banco.

Edificio donde fueron halladas las dos mujeres muertas.MÒNICA TORRES
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