Palma acoge la pintura francesa 'de Millet a Matisse'

La clausura temporal por reformas, durante tres años, de una parte de las galerías de la Kelvingrove Art Gallery de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha permitido el periplo internacional de algunos de sus magníficos cuadros franceses nacidos de la mano de Van Gogh, Gauguin, Matisse, Picasso, entre otras figuras. Una constelación de estas telas ejecutadas entre 1830 y 1949 brilla en el Gran Hotel de Palma, la factoría cultural de la Fundación La Caixa en Mallorca, que es la estación única y final del trayecto de la muestra en Europa, que ha protagonizado un recorrido por América, desde Que...

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La clausura temporal por reformas, durante tres años, de una parte de las galerías de la Kelvingrove Art Gallery de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha permitido el periplo internacional de algunos de sus magníficos cuadros franceses nacidos de la mano de Van Gogh, Gauguin, Matisse, Picasso, entre otras figuras. Una constelación de estas telas ejecutadas entre 1830 y 1949 brilla en el Gran Hotel de Palma, la factoría cultural de la Fundación La Caixa en Mallorca, que es la estación única y final del trayecto de la muestra en Europa, que ha protagonizado un recorrido por América, desde Quebec hasta Alburquerque.

La exposición, De Millet a Matisse, pintura francesa de los siglos XIX y XX, estará abierta hasta el 24 de abril. Pequeñas y medianas piezas de afirmación, transición y alumbramiento firmadas también por Braque, Renoir, Mollet, Manet, Monet, Courbet, Cézanne, Gauguin -hasta 64 pintores-... cuelgan en dos plantas de distintos ámbitos y estaciones temáticas. Las paredes han sido coloreadas con tonos distintos del ex hotel, una esquina modernista firmada por Domènech i Muntaner, destinada a ser estrella de la industria del turismo y manifiesto de modernización a principios del 1900.

A mitad del siglo XIX, Glasgow fue un foco generador de magnates, nacidos de la potencia industrial de las nuevas máquinas de vapor, las navieras, las acerías y fábricas textiles; aquellos empresarios devinieron en coleccionistas de arte y donaron a su ciudad fondos de arte para simbolizar con altruismo orgullo social y expresar la pujanza cultural de su ciudad.

La selección refleja la caudalosa relación de los marchantes que trabajaban para el mercado escocés con los autores vanguardistas radicados en Francia. Precisamente, el Retrato de Alexander Reid, que Van Gogh hizo en 1887 a su asesor, un introductor de la pintura expresionista en Glasgow que habitó en Montmartre de París con Vincent y Theo van Gogh, es uno de los hitos que definen el momento histórico y la densidad artística de la colección. Este cuadro, durante cuatro décadas fue considerado un autorretrato.

Picasso

Un picasso realizado a los 19 años por el pintor español, una escena de París de 1901, La vendedora de flores, es otro de los puntales centrales del plural montaje preparado por la Federación Americana de Artes y los Museos de Glasgow, una muestra de la que es comisaria Vivien Hamilton.

La presentación de los fondos esquiva una concatenación de épocas o estilos y opta por siete espacios temáticos: paisajes del siglo XIX; reflejos, la luz en el agua; los puntos de vista; figuras en el exterior; bodegones; naturalezas muertas, y los interiores domésticos.

Los paisajes ideales o bucólicos se observan en Mollet y Breton; Courbet y Bonvin captan las naturalezas muertas. El puntillismo luminoso lo maneja Seurat. Renoir está representado con tres telas, un retrato femenino, un paisaje y un bodegón.

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