Entrevista:Mariano Rajoy | Presidente del Partido Popular

"El Parlamento nacional tiene perfecto derecho a opinar sobre los estatutos"

El despacho de Mariano Rajoy, en la calle de Génova de Madrid, está rodeado de obras, externas e internas, casi como un símbolo de los cambios que ha experimentado la dirección del partido en el último año. Por el contrario, el presidente popular está como siempre, quizás algo más delgado y serio.

Pregunta. ¿Cuál es su opinión sobre los incidentes ocurridos en la manifestación del sábado 22?

Respuesta. Lo primero que quiero decir es que la manifestación tenía un objetivo fundamental: rechazar que miembros de ETA condenados a muchísimos años de cárcel pudieran salir,...

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El despacho de Mariano Rajoy, en la calle de Génova de Madrid, está rodeado de obras, externas e internas, casi como un símbolo de los cambios que ha experimentado la dirección del partido en el último año. Por el contrario, el presidente popular está como siempre, quizás algo más delgado y serio.

Pregunta. ¿Cuál es su opinión sobre los incidentes ocurridos en la manifestación del sábado 22?

Respuesta. Lo primero que quiero decir es que la manifestación tenía un objetivo fundamental: rechazar que miembros de ETA condenados a muchísimos años de cárcel pudieran salir, por el juego de los beneficios penitenciarios, en un tiempo que la sociedad no considera razonable. Ése era el objetivo fundamental, así como manifestar una posición contraria a ETA y a la negociación con ETA. En segundo lugar, soy contrario a que en la manifestación, o fuera de la manifestación, se increpe a dirigentes políticos, en este caso a un miembro del Gobierno. En tercer lugar, quiero decir que, desgraciadamente, cosas mucho peores que ésas las hemos vivido muchos dirigentes del PP, yo también, y nadie se solidarizó conmigo. Probablemente, el caso más paradigmático fue el de las concentraciones ante las sedes del PP el 13 de marzo, donde las imprecaciones fueron de mucho cuidado y donde no intervino absolutamente nadie. A partir de ahí, quiero resaltar que se ha detenido a dos militantes de un partido simplemente porque aparecen en una foto, y que ése es un acontecimiento muy grave, por lo que hemos pedido que el ministro del Interior comparezca en el Congreso.

"Critico la deslealtad de Ibarretxe, que ha roto las reglas de juego del Estatuto de Gernika. Los demás no planteamos reformas en sentido contrario"
"Respecto al referéndum europeo, tengo más actos previstos que el presidente. Yo hago lo que tengo que hacer, y no se me puede pedir más"
"Pediré al Gobierno que no haya manipulación en los actos del aniversario de los asesinatos del 11-M. Es uno de los temas que más me preocupan"
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"Las cosas que yo le he dicho al presidente del Gobierno en las Cortes no se las ha dicho nadie en su vida. Bien es verdad que a mi manera"

P. Quizás hubiera sido importante explicar a los manifestantes que el Gobierno actual no tiene nada que ver con la ley de beneficios penitenciarios...

R. Bueno, yo no sé qué es lo que creen los ciudadanos. Pero sí, efectivamente, esa ley ha sido modificada en los últimos años pero no tiene efecto retroactivo. Es un dato positivo que haya sido modificada y con un apoyo muy mayoritario de la Cámara. Y también creo que hay que apoyar lo que ha ocurrido con De Juana Chaos, porque una persona que ha hecho afirmaciones como las que ha hecho él cada vez que se han producido asesinatos, no merece obtener beneficios penitenciarios de esa magnitud. A mí eso de revisar sus beneficios me pareció muy bien y cualquier cosa que se haga en ese sentido tendrá el apoyo del PP.

P. ¿Por qué no estuvo usted en la manifestación?

R. Nosotros tomamos dentro del partido las decisiones sobre quién asiste a cada acto. Yo comparto plenamente los fines de la manifestación, y la Asociación de Víctimas del Terrorismo tiene mi apoyo absoluto. Tampoco estuve en el acto de la Fundación Gregorio Ordóñez, que fue esa misma mañana en San Sebastián, y sí, sin embargo, acudí el 27 de diciembre al acto de homenaje a las personas asesinadas en el País Vasco, en Irún.

P. ¿No cree usted que el tono tan bronco que ha adoptado su partido, o una parte de él, pudo haber influido en el tono violento que llegó a adquirir la manifestación?

R. No, no. Mi partido es un partido absolutamente democrático que ha gobernado en España en los ocho últimos años; que cuando perdió las elecciones, dejó de gobernar; que gobierna en instituciones públicas, aquí en Madrid, en el Ayuntamiento y en la Comunidad. Ese juego que hacen algunos es manifiestamente injusto. Sobre todo, después de que militantes del PSOE se estuvieran concentrando delante de las sedes del PP el 13 de marzo y después de que el señor presidente del Gobierno, tres veces preguntado, incluso nueve meses después, se negara a condenarlo. Eso me parece profundamente injusto.

P. ¿Pide usted la dimisión de Gregorio Peces-Barba como alto comisionado para el Apoyo a las Víctimas del Terrorismo?

R. Peces-Barba es una figura que yo apoyé, sin estar convencido de la misma porque no sé exactamente cuál es su función. Me parece que hay más de propaganda que de intentar abordar temas concretos. Creo que debió ir a la manifestación, y que no estuvo en su sitio. Me parece que un comisionado que no va a una manifestación convocada por las víctimas del terrorismo no puede ser una persona que genere grandes entusiasmos entre esas víctimas. Así lo pienso y así lo digo.

P. Pero, ¿pide su dimisión?

R. Yo no pido la dimisión. En el tema de Gregorio Peces-Barba ya manifesté en su día que fue nombrado unilateralmente por el Gobierno, y que lo único que deseo es que cumpla su función de la mejor manera posible. En este caso no lo ha hecho. Nosotros le juzgaremos por sus hechos, no por otra cosa.

P. ¿Cree que existe una extrema derecha en España?

R. Yo creo que en España, por fortuna, no existe una extrema derecha, de la misma manera que no existe una extrema izquierda. Aunque, claro, ¿cómo calificamos a un partido que es republicano e independentista? Es difícil hoy en día calificar, pero yo pienso que en España no hay una extrema derecha, no hay partidos de extrema derecha ni la extrema derecha, por fortuna, tiene votos. Eso es una gran aportación que hemos hecho entre muchos. Quizás puedan surgir en algunos países partidos a los que se les puede calificar como de extrema derecha, pero, al final, cuando llegan las elecciones no logran tener presencia ni incidencia en los Parlamentos, ni en el europeo.

P. Pasemos al debate sobre el plan Ibarretxe. Usted va a intervenir, probablemente, en el pleno del Congreso del próximo martes. ¿Se centrará en el plan Ibarretxe o hará un planteamiento general sobre la reforma de los estatutos de autonomía?

R. La posición del Partido Popular en ese debate girará fundamentalmente sobre el plan Ibarretxe. En primer lugar, desde el punto de vista procedimental, yo creo que la Mesa debía haber rechazado el plan porque no es un proyecto de reforma del Estatuto, sino de la Constitución. Hay un dato muy relevante sobre el que no se ha hablado lo suficiente. Tal y como ha entrado en las Cortes, el plan Ibarretxe se podría aprobar por mayoría absoluta, mientras que si se considera como una reforma de la Constitución, necesitaría dos tercios de la Cámara. No es un tema menor. En segundo lugar, criticaré la deslealtad del señor Ibarretxe, que llegó a un acuerdo para fijar reglas de juego y normas de convivencia con ocasión del Estatuto de Gernika y que lo rompió. Los demás no fuimos desleales, no planteamos reformas del Estatuto de Autonomía vasco en sentido contrario. Por tanto, si el señor Ibarretxe quiere diálogo y quiere negociación, será sobre la base del Estatuto de Gernika, no sobre algo que él ha puesto deslealmente sobre la mesa. En tercer lugar, diré que en el año 2005 lo que Ibarretxe propone es ir en la dirección contraria al signo de los tiempos. El PP entiende, por último, que éste es un plan que fractura y que divide a la sociedad vasca, y que la obligación de un político es intentar conciliar posiciones. Esto no es un plan para la sociedad vasca, es un plan para algunos.

P. ¿El problema reside entonces en el plan Ibarretxe, y no en la posibilidad de reforma del Estatuto vasco?

R. Yo voy a hablar el día 1 del plan Ibarretxe. Ya veremos cuál es el problema de la reforma de los estatutos. Es evidente que lo que se nos manda aquí ahora es algo inaceptable. Lo que pase con los demás estatutos, ya lo veremos. Yo sigo pensando, tal y como expliqué en el programa electoral, que la gran prioridad nacional no es ahora mover la arquitectura institucional de España, y que es muy negativo para los intereses y el bienestar de los españoles dedicarnos a generar problemas de estabilidad institucional.

P. ¿Y ése será su programa para las elecciones vascas?

R. Yo le voy a decir al PNV que tiene planteado encima de la mesa un plan que no existe en ningún país democrático de nuestro entorno, que en el tiempo en que vivimos a nadie se le ocurre plantear esas cosas. Yo creo que ese plan hay que combatirlo, había que haberlo combatido ya, jurídicamente. Y creo que la mejor forma de combatirlo es presentando una alternativa y un proyecto de alternancia, como se presentó en su día, consiguiendo el mejor resultado de la historia de los no nacionalistas en el País Vasco, el mejor.

P. ¿Hay que hacerlo con el PSOE?

R. Yo creo que es un gravísimo error presentar un proyecto de Estatuto de Autonomía como el que ha presentado el PSOE, porque es oponer a un plan que supone una deslealtad otro plan, cuando el punto de encuentro era el Estatuto de Gernika. Y si alguien se cree que el Gobierno de España va a transferir la Seguridad Social, que es el instrumento de cohesión por excelencia, como dice el plan de Patxi López, me parece que no tiene ningún sentido.

P. ¿Cómo puede Batasuna influir en todo el proceso?

R. Hay cosas que hay que afirmar con meridiana claridad. Batasuna es, en este momento, una organización terrorista porque lo han dicho los tribunales de justicia españoles y figura en la lista europea de organizaciones terroristas. Batasuna no se puede presentar a las elecciones mientras sea eso y mientras los tribunales no digan lo contrario. Ignoro cuáles son los movimientos que puede hacer Batasuna, pero, para mí, el único movimiento significativo es que ETA deje de matar. Mientras ETA no deje de matar no se puede hacer ningún movimiento respecto de lo que es la actual política antiterrorista, y además es un grave error dar falsas esperanzas, insinuar que se va a pagar algún precio político. Eso es una equivocación de colosales proporciones.

P. ¿Habló de ello en su entrevista con el presidente del Gobierno?

R. Hablé con Zapatero de ese asunto. No fue el eje fundamental de la conversación, pero sí hablamos de ese asunto. Lo vi optimista. Luego se han transmitido algunas cosas a los medios de comunicación que no me han gustado.

P. Pero, ¿qué impresión sacó de la entrevista con Rodríguez Zapatero? ¿Existió coincidencia?

R. No había diferencias sustanciales. Pero insisto en que no me han gustado muchas cosas que luego aparecieron en los medios. En estos temas hay que ser muy prudentes y hablar muy poco, estar muy atento a lo que pase y mantener siempre la misma posición.

P. ¿Dónde están las cosas en relación con el caso catalán? ¿El PP ha fijado ya alguna posición respecto a la modificación del Estatut?

R. Como es bien sabido, nosotros no hemos propuesto ninguna modificación. En eso no nos diferenciamos mucho del señor Pujol, que en 25 años tampoco propuso modificar el Estatuto y si al final tuvo que hacer una comisión en ese sentido fue por la presión del Partido Socialista de Cataluña, dato que a veces olvidamos. Nosotros ahora estamos en una comisión, porque creo que es nuestra obligación, es un tema que nos importa y mucho. Hasta ahora no se ha tomado ninguna decisión, ninguna; se remiten papeles, se debaten, se habla, pero allí no se vota absolutamente nada, y nosotros estamos a la expectativa. Yo fui a ofrecer al señor Rodríguez Zapatero mi apoyo para garantizar la unidad nacional, la soberanía nacional, un Estado viable, la igualdad de los españoles y la solidaridad entre territorios. Hay una cosa que me parece muy preocupante, la afirmación del presidente del Gobierno, luego desmentida, aunque no se sabe en qué queda, en el sentido de que el Parlamento nacional no puede tocar lo que apruebe el Parlamento de Cataluña. Eso no lo dice la ley, no lo dice el Estatuto de Cataluña, no lo dice la Constitución y no lo dice el sentido común. El Parlamento nacional tiene perfecto derecho a opinar sobre este asunto.

P. A veces da la impresión de que dentro del PP hay diferentes puntos de vista sobre el alcance de la reforma estatutaria.

R. Y también pueden ser simples percepciones. Lo que pasa es que nosotros no nos hemos podido posicionar sobre el Estatuto catalán, porque de momento no hay nada concreto. Ya sé que a veces se dice que para reformar un estatuto lo único que importa es que no toque la Constitución. Pero eso no es así: yo creo que debe tenerse en cuenta el interés y beneficio de la gente. Por ejemplo, la Red de Paradores Nacionales de Turismo no afecta a la Constitución y si desaparece, no desaparece España, evidentemente. Pero yo creo que es bueno que exista. También les digo una cosa con meridiana claridad: creo que, además de existir poco margen, tienen bastante poco sentido las transferencias de competencias. Yo creo que lo que hay que hacer es un Estado viable y razonable.

P. Pero hay muchas formas de mantener Estados viables. No hay un modelo único, ¿no?

R. Sí, sin duda. Pero nosotros nos fijamos en 1978 unas reglas de juego que nos costó mucho hacer. Eso no significa un rechazo a cualquier reforma, pero me da la sensación de que lo que pretenden algunos poco tiene que ver con lo que hemos hecho en el año 1978. Yo no quiero cambios radicales en el modelo de Estado pactado en el 78.

P. ¿Cómo va a funcionar la comisión que acordaron usted y el presidente del Gobierno?

R. Ha habido un contacto entre el secretario general de mi partido y el responsable del Partido Socialista, en donde nosotros dijimos claramente lo que queríamos. No queremos una comisión jurídica ni económica. Lo que hemos pedido es una comisión para tratar los grandes temas nacionales, los que afectan a estos principios que yo he citado tantas veces en esta entrevista, para buscar que los dos partidos estuviéramos de acuerdo. Me parece profundamente injusto tener que modificar las reglas de juego siempre en una dirección y porque lo exigen unos señores determinados. No se puede hacer una España a plazos, que es lo que parece que algunos están buscando. Cuando oigo decir al presidente del Gobierno que vamos a hacer algo cómodo para dentro de 25 años... me digo, y dentro de 25 años, ¿qué? Es que esto se hace a plazos. Desde luego, no estoy dispuesto a aceptarlo. Lo siento mucho, me cueste lo que me cueste. Ahora ya vivo muy tranquilo, haciendo lo que creo que debo hacer.

P. Hablemos de esa tranquilidad. ¿Se ha adaptado el PP a su nueva situación, en la oposición? ¿Le preocupa el hecho de quedar aislado en el Parlamento?

R. Los primeros meses estuvieron marcados fundamentalmente por los asuntos del 11-M y todo el mundo hizo unos grandes esfuerzos en esa dirección. En cuanto al pretendido aislamiento, en acontecimientos importantes como el debate de Presupuestos Generales del Estado, el PSOE se quedó con Esquerra Republicana e Izquierda Unida, que no parecen los mejores compañeros en la Europa en que vivimos. Y nosotros nos quedamos con otros. Bien es verdad que dentro de esos otros hay de todo, para qué vamos a negarlo. Pero, al final, en los grandes temas, ¿quién está? ¿Quién está en la Constitución europea, quién está en el plan Ibarretxe? Está el PP, que eso es lo que le dije al presidente del Gobierno. Por tanto, en los grandes temas el PP no está aislado.

P. Después del difícil congreso de septiembre, ¿se puede decir que Rajoy está ya asentado como máximo dirigente del partido?

R. Estoy muy cómodo y muy contento con el equipo que he nombrado. Creo que hemos reforzado el partido como era obligado estando en la oposición, y que tenemos un secretario general, un portavoz, y seis áreas muy potentes, con personas serias al frente. Sinceramente, estoy satisfecho de cómo están yendo las cosas.

P. ¿Le extraña que algunos piensen que su partido hace una oposición muy bronca, diferente a la imagen que da usted mismo?

R. No sé si me extraña, pero las cosas que yo le he dicho al presidente del Gobierno en las Cortes no se las ha dicho nadie en toda su vida. Bien es verdad que se las he dicho a mi manera. En cualquier caso, los acontecimientos que han provocado lo que ustedes llaman broncas han sido muy graves. A mí me parece bronca que el ministro de Asuntos Exteriores nos acuse de dar un golpe de Estado o que cambie la posición española en relación con el Sáhara, sin más; me parece muy preocupante que cambie la posición que tradicionalmente ha mantenido España sobre Gibraltar, y me parece muy preocupante que el rey de Marruecos, un día antes de la visita del rey de España, organizada por el Gobierno y con varios ministros, diga lo que dijo de los Gobiernos de España y que no se diga nada. Eso me parece mucho más bronca.

P. ¿Comparte la idea de un sector de su partido de que para ganar las elecciones el PP necesita situaciones de bronca, de confrontación absoluta?

R. No ocurrió así en las últimas. Yo no soy partidario de armar broncas nunca. Pero además yo creo que lo que tiene que hacer un político, y más un político que está en la oposición y no puede gobernar, que no puede aportar hechos, es generar confianza en la gente. Y generar confianza se consigue de muchas maneras. En algunas ocasiones, siendo enormemente duro con el Gobierno, y en otras ocasiones, dándole tu apoyo.

P. ¿La primera obligación de un político es generar confianza?

R. Sin duda. La confianza es básica en la vida. Usted elige médico o el sitio donde se compra la ropa o donde va a comer por una razón de confianza. Los políticos se eligen por la misma razón.

P. ¿Para transmitir confianza hace falta hacer buenos análisis del pasado?

R. La vida es un constante proceso por intentar mejorar y quien no lo haga está muerto. Yo, desde luego, intento ser mejor siempre y aprender de las cosas que creo que hemos hecho mal, porque comprenderá usted que todo el mundo se equivoca muchas veces y cuanto menos se equivoque, pues mejor para él, y en el caso de un político, mejor para su país.

P. ¿Se anima a hacer una valoración rápida de algunas personas de su entorno: Acebes, Zaplana, Gallardón?

R. Voy a hablar bien de todos. Yo nombré a Acebes secretario general del partido porque creía que era el mejor que tenía. Lo resumiría diciendo que yo tengo confianza en él, y la tengo absoluta. En cuanto a Zaplana, es un político muy bregado. En el Parlamento, la figura del portavoz es muy difícil, muy compleja, porque es el lugar donde se hace buena parte de la política nacional, y creo que él tiene la experiencia para el cargo. Gallardón, por su parte, se ha incorporado ya a un pequeño grupo de gente, que no es un órgano del partido y que me asesora en algunas ocasiones. Estuvo precisamente en la reunión de Sigüenza y sus aportaciones son muy importantes.

P. ¿Esa reunión estuvo muy condicionada por el plan Ibarretxe?

R. Sí, claro, pero hay un tema muy importante que tratamos en Sigüenza del que me gustaría hablar, que es el aniversario de los asesinatos del 11-M, y la reunión que va a haber por parte del Club de Madrid. Yo le pediré al Gobierno, porque fue lo que acordamos, que no haga otra vez una manipulación con este asunto. A ver si somos capaces de mirar para delante de una vez y de no volver otra vez con estas historias. Ése es uno de los temas que más me preocupan, que sea leal con todos. Eso es lo que le voy a pedir al Gobierno, y ése fue uno de los temas importantes que se trataron allí.

P. ¿Ha preparado ya un plan para defender la aprobación de la Constitución europea?

R. Tengo más actos previstos que el presidente del Gobierno. Vamos a hacer probablemente uno de los actos más llamativos en Santiago de Compostela, con la presencia del presidente de la Comisión Europea, que es miembro del PPE. Empezaré en el País Vasco.

P. ¿No tiene la percepción de que los militantes del Partido Popular pueden sentirse más inclinados a la abstención?

R. Pues la misma percepción que puedo tener de los militantes del PSOE. El mundo es ciertamente variopinto y habrá de todo y cada uno se mueve por lo que se mueve. Pero esto es lo mismo que decía antes del señor Zapatero, cuando le fui a ofrecer ayuda para situaciones difíciles. Yo hago lo que tengo que hacer, y a mí no se me puede pedir más. Haré lo que pueda, no me pida usted más.

P. Y por último, preguntarle por José María Aznar, claro.

R. Aznar está bien. Lo he visto, he hablado alguna vez con él a lo largo de este año, he coincidido en la cena del partido de San Sebastián, y también con el canciller alemán Helmut Kohl, no hace muchas fechas. Está muy bien.

P. ¿Participa mucho en la vida del partido?

R. Pues nada. A mí no me ha dicho nada. Yo le he llamado alguna vez, como llamo a otra gente cuando hay temas esenciales, y contacto con gente que tiene criterio y que creo que me puede aportar alguna idea.

Mariano Rajoy, durante la entrevista.RICARDO GUTIÉRREZ
El presidente del Partido Popular, en su despacho de la calle de Génova.RICARDO GUTIÉRREZ

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