LOS INCIDENTES DE LA MANIFESTACIÓN DE LA AVT

La protesta de Madrid enfrenta al PP con el PSOE y divide a las asociaciones de víctimas

Peces-Barba denuncia "las tensiones e incomunicaciones" entre los principales colectivos

La manifestación del pasado sábado convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), en la que algunos agredieron al ministro de Defensa, José Bono, y muchos corearon consignas contra el Gobierno, ha causado ya un enfrentamiento entre el PP y el PSOE, y la división entre las dos principales asociaciones de víctimas del terrorismo. El comisionado para la ayuda a las víctimas, Gregorio Peces-Barba, explicó ayer que no acudió a la manifestación porque no había sido convocada de forma unitaria, y denunció las tensiones e incomunicaciones entre los diversos sectores de las víctimas.
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La manifestación del pasado sábado convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), en la que algunos agredieron al ministro de Defensa, José Bono, y muchos corearon consignas contra el Gobierno, ha causado ya un enfrentamiento entre el PP y el PSOE, y la división entre las dos principales asociaciones de víctimas del terrorismo. El comisionado para la ayuda a las víctimas, Gregorio Peces-Barba, explicó ayer que no acudió a la manifestación porque no había sido convocada de forma unitaria, y denunció las tensiones e incomunicaciones entre los diversos sectores de las víctimas.

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El Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, dependiente del Gobierno y cuyo presidente es Gregorio Peces-Barba, emitió ayer un comunicado, tras ponerse en contacto con las distintas asociaciones, en el que advierte de "la posibilidad, convertida en realidad, de manipulaciones políticas e ideológicas aprovechando el desarrollo de la manifestación" del sábado. También destaca que los insultos y la agresión física a José Bono se desarrollaron en "un clima de odio y aplicación de la perversa dialéctica amigo-enemigo".

El Alto Comisionado aclara que la mayoría de los manifestantes "no participaron en las algaradas", pero "no pudieron dominar la imagen ocupada casi totalmente por la actitud agresiva de los elementos extremistas".

Aunque el Alto Comisionado no pone siglas a los autores de las algaradas y se limita a atribuirlas a "elementos extremistas", en su comunicado señala que ha detectado "tensiones e incomunicaciones entre diversos sectores de las víctimas y de los afectados" y que "son altamente inconvenientes para el buen fin de los objetivos y de la satisfacción de las necesidades que les unen". Por ello, anuncia sendas reuniones, mañana con representantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), y el jueves con representantes de la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo, y hace un llamamiento a que hagan los "máximos esfuerzos" para "superar y ayudar a superar las diferencias entre sus organizaciones". Pilar Manjón, en nombre de la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo, ha pedido que la reunión sea conjunta.

El presidente de la AVT, José Alcaraz, reconoció ayer a este diario que no convocó a la Asociación 11-M porque ésta "tiene problemas internos" y "a partir de ahí es cuando se empieza a atacar a la AVT porque tenemos de socio de honor a José María Aznar". Por su parte, el presidente interino de la Asociación 11-M, Jesús Ramírez, señaló: "Se debería haber pedido la participación de todas las asociaciones y no montar un tingladillo y luego pedir apoyo".

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El comunicado de Peces-Barba también argumenta que no asistió a la manifestación del sábado por su falta de unidad: "El Alto Comisionado se ratifica en su decisión de no asistir a este tipo de actos cuando no son unitarios". Y cree que "la buena fe de los organizadores" de la manifestación "ha sido burlada por interferencias destempladas y aprovechadas que no se deben legitimar".

El conflicto entre asociaciones de víctimas tiene un reflejo político entre el PP y PSOE. Ayer, el secretario general del PP, Angel Acebes, acusó al PSOE de tratar de "obtener réditos políticos", haciendo creer a la población que "el PP siempre es el culpable". Acebes cargó contra Peces-Barba por no haber asistido a la manifestación, lo que calificó como un "profundo error" y una "equivocación grave", pero de inmediato responsabilizó de esta ausencia al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ya que "debió pedirle que asistiera". Acebes no criticó directamente la ausencia de Zapatero.

Sí justificó la del líder de su partido, Mariano Rajoy, porque "el partido decidió fijar el nivel de representación en el secretario general", y recalcó que, además, estaban presentes importantes dirigentes. Acebes eludió responder a una pregunta sobre qué opinión le merecía el que los manifestantes le jalearan durante la marcha. Informó de que ayer por la mañana había llamado a Bono para expresarle su solidaridad y condenar lo ocurrido. Antes y después insistió en la diferencia con el comportamiento del PSOE. "A nosotros no nos llamó nadie cuando hubo insultos de la máxima gravedad" a dirigentes del PP, dijo el secretario general de los populares en referencia a las semanas de tensión en torno a la guerra de Irak.

A su vez, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, reclamó al PP que evite "discursos extremistas que fomentan el enfrentamiento entre los españoles" y que "no utilice el dolor de las víctimas para intentar sacar réditos políticos".

Blanco instó tanto al PP como a la AVT, organizadora de la manifestación, a que en lugar de criticar la ausencia de Peces-Barba, "ayuden a la policía a identificar a los violentos". También censuró que no criticaran la ausencia de Mariano Rajoy.

El dirigente socialista atribuyó la autoría de los incidentes a elementos de la "derecha extrema que trataron de manipular a las víctimas de modo partidista". "Los incidentes no fueron casuales. Estamos ante una forma cultivada de violencia", dijo Blanco.

Gregorio Peces-Barba, en su toma de posesión.

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