CATÁSTROFE EN ASIA

La ayuda no llega a las islas indias más azotadas

Las autoridades de algunas islas indias de los archipiélagos de Andaman y Nicobar, severamente afectados por el maremoto de hace algo más de una semana, denunciaron que aún no han recibido ayuda. "Enviad inmediatamente víveres a Chowra, donde la gente se está muriendo de hambre", pidieron en un mensaje de radio los líderes de las islas.

En los dos archipiélagos, situados a unos 1.000 kilómetros al este de la India continental y cercanos al epicentro del seísmo, viven unas 350.000 personas, 6.000 de las cuales están desaparecidas y donde las autoridades han cifrado en 800 el número de fa...

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Las autoridades de algunas islas indias de los archipiélagos de Andaman y Nicobar, severamente afectados por el maremoto de hace algo más de una semana, denunciaron que aún no han recibido ayuda. "Enviad inmediatamente víveres a Chowra, donde la gente se está muriendo de hambre", pidieron en un mensaje de radio los líderes de las islas.

En los dos archipiélagos, situados a unos 1.000 kilómetros al este de la India continental y cercanos al epicentro del seísmo, viven unas 350.000 personas, 6.000 de las cuales están desaparecidas y donde las autoridades han cifrado en 800 el número de fallecidos tras la catástrofe, número que los periódicos locales elevan a más de 3.000. El número de muertos en toda India supera ya los 15.000.

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"Hay un desfase en el tiempo entre el envío de provisiones y la recepción de la ayuda. La respuesta es muy lenta", indicó un responsable de los equipos de socorro, que no quiso desvelar su identidad. Las ONG Oxfam y Médicos sin Fronteras se han quejado de que las autoridades indias no les han permitido acceder a algunas de las islas de estos archipiélagos.

Los barcos de la Marina y los aviones indios no han alcanzado, por ejemplo, la isla Pequeño Nicobar, donde viven unas 350 personas, según datos oficiales. Además, "la Gran Nicobar, con 75.000 habitantes, ha recibido el doble de ayuda que Car Nicobar, donde el 80% de los 29.000 habitantes se han quedado sin techo", aseguró el responsable de los equipos de rescate. En esta isla, parte de grupos de aborígenes se adentraron en la selva con la llegada de las olas gigantes y han permanecido allí ocho días, comiendo cocos, plátanos y bayas silvestres, temerosos del mar. "No les queda mucha comida, pero tienen demasiado miedo como para bajar a la costa", señala Zainuddin, un superviviente de Car Nicobar.

Mientras, los cocodrilos, que perdieron sus refugios al paso de las olas gigantes, amenazan a la población de las islas de Andaman. Los cocodrilos merodean alrededor de los embarcaderos destruidos y los guardacostas tratan de evitar los ataques de estos animales. "Es la primera vez que observo tanta agresividad en los cocodrilos. Puede que el tsunami haya acabado con la fauna marina y que las criaturas estén hambrientas", subraya Ram Kishan, un guarda de la isla de Hut Bay.

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Un nuevo terremoto de intensidad moderada golpeó ayer Andaman y Nicobar, informaron fuentes oficiales. Estas islas han sufrido más de 85 réplicas del terremoto ocurrido hace ocho días en la isla indonesia de Sumatra.

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