Gregorio Marañón ingresa en Bellas Artes con un elogio del misterio de Toledo

El Rey presidió el acto, en el que Alfredo Pérez de Armiñán leyó un texto de Chueca Goitia

Gregorio Marañón y Bertrán de Lis ingresó ayer en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en un acto presidido por el Rey y con la asistencia de numerosas personalidades de la cultura. Marañón dedicó su discurso a Fernando Chueca, recientemente desaparecido e impulsor de su candidatura junto a Rafael Canogar y Luis de Pablo, y leyó el texto Un juego de espejos, Toledo desde un cigarral, elogio del misterio y de las casas donde cantaban las cigarras en verano. Le contestó Alfredo Pérez de Armiñán, que leyó el texto que escribió Chueca poco antes de morir.

El acto de recepción ...

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Gregorio Marañón y Bertrán de Lis ingresó ayer en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en un acto presidido por el Rey y con la asistencia de numerosas personalidades de la cultura. Marañón dedicó su discurso a Fernando Chueca, recientemente desaparecido e impulsor de su candidatura junto a Rafael Canogar y Luis de Pablo, y leyó el texto Un juego de espejos, Toledo desde un cigarral, elogio del misterio y de las casas donde cantaban las cigarras en verano. Le contestó Alfredo Pérez de Armiñán, que leyó el texto que escribió Chueca poco antes de morir.

El acto de recepción pública de Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, marqués de Marañón,

en la Academia de Bellas Artes como miembro no profesional contó con la asistencia de numerosas personalidades que abarrotaron tres salas de la Academia. Entre los asistentes se encontraban los presidentes de las comunidades de Madrid, Esperanza Aguirre, y Castilla-La Mancha, José María Barreda; la ministra de Educación, María Jesús San Segundo; los directores de las academias de San Fernando, Ramón González de Amezúa, y Española, Víctor García de la Concha; los académicos de la Lengua, Juan Luis Cebrián y de Bellas Artes, Manuel Gutiérrez Aragón; y los artistas, músicos y escritores Luis de Pablo, Rosa Torres-Pardo, Antón García Abril, Antonio Carmona, Rafael Canogar, José Luis Gómez y Rosa Montero, entre muchos otros.

"Toledo, isla rocosa y mediterránea en el seco mar de Castilla". El significado cultural de Toledo, la ciudad de la tolerancia, la ciudad de El Greco, la que adoptó como favorita su abuelo, el doctor Marañón, y que le adoptó como hijo predilecto a él mismo: ése fue el eje del discurso de Gregorio Marañón. El director de la Real Fundación de Toledo se lo dedicó al insigne toledano Fernando Chueca Goitia, arquitecto, historiador y académico, que falleció a los 93 años el pasado 30 de octubre, poco después de auspiciar el ingreso de Marañón en la Academia.

En su texto, Marañón relató a grandes trazos la historia de Toledo; habló de los artistas que la construyeron, la vivieron y la visitaron; recordó a Santa Teresa, San Juan de la Cruz y El Greco; y a Cossío, Zuloaga, Picasso, Diego Rivera, Buñuel o Lorca, miembros de las vanguardias que rescataron los símbolos del "mejor Toledo", el de las Tres Culturas y de la Escuela de Traductores.

Tras el pesimismo del 98 (Galdós vio "un pueblo muerto, una tumba ilustre"; Azorín, "una ciudad sombría, desierta y trágica"; Valle-Inclán, "un sepulcro que guarda en su fondo huesos heroicos recubiertos con el sórdido jirón de la mortaja"), el nuevo académico citó a Rilke como el poeta que, en 1911, ayudó a redescubrir Toledo "como una aparición, una ciudad hecha para los ojos de los muertos, de los vivos y de los ángeles".

Marañón glosó su relación familiar con Toledo, marcada por el amor a la ciudad de su abuelo, que en 1921, cuando tenía 33 años, compró el abandonado Cigarral de Menores (según la RAE, cigarral es "la casa de recreo y huerto que la rodea, en los alrededores de Toledo, con vistas sobre la ciudad"). El doctor Marañón lo restauró, lo convirtió en lugar de encuentro de la Edad de Plata... Hasta que en la guerra incivil fue bombardeado y los libros y el mobiliario desaparecieron. Hoy, tras nuevas restauraciones, el cigarral, dijo Marañón, es un espejo de un Toledo en lucha por conservar su identidad, su centro histórico, a punto de ser alcanzable por AVE desde Madrid en 24 minutos.

Alfredo Pérez de Armiñán, en nombre de la Academia, respondió al discurso del nuevo académico. Se refirió a los proyectos e iniciativas promovidos desde su juventud por Gregorio Marañón, subrayando el denominador común que han tenido todos ellos: "Hacer realidad el principio, de honda raigambre liberal, que postula la participación directa de los individuos y de las entidades privadas en la consecución del interés general, con independencia de la actuación de los poderes públicos".

Definió a Marañón como "un humanista contemporáneo", resaltó su defensa del patrimonio cultural y su "capacidad de materializar las ideas y los proyectos surgidos de la intuición, de la emoción estética, de la reflexión intelectual o del compromiso de la comunidad". Pérez de Armiñán leyó también la intervención preparada por Fernando Chueca Goitia y que éste le entregó tres semanas antes de su fallecimiento. Chueca calificó el discurso de Marañón como "un epítome de la vieja historia de la mágica ciudad de Toledo".

El Rey felicita a Gregorio Marañón y Bertrán de Lis en su ingreso en la Academia de Bellas Artes.RICARDO GUTIÉRREZ
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