Decenas de cadáveres yacen en las calles de Faluya mientras sigue la ofensiva

El Ejército de EE UU asegura tener acorralados a los insurgentes en el sur de la ciudad

Los testimonios de refugiados que han logrado escapar y de los médicos que siguen dentro de Faluya aseguran que hay decenas de cadáveres en la ciudad cinco días después del comienzo de la ofensiva de los marines. "Cada vez hay más cuerpos", señalaba un periodista iraquí en la BBC. La Media Luna Roja iraquí calificó de "gran desastre" la batalla en la que ya han muerto 22 soldados de EE UU y al menos 179 han resultado heridos, según informaron ayer fuentes oficiales. Los militares señalan que han arrinconado a los insurgentes en el sur de la ciudad, donde la lucha es constante.

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Los testimonios de refugiados que han logrado escapar y de los médicos que siguen dentro de Faluya aseguran que hay decenas de cadáveres en la ciudad cinco días después del comienzo de la ofensiva de los marines. "Cada vez hay más cuerpos", señalaba un periodista iraquí en la BBC. La Media Luna Roja iraquí calificó de "gran desastre" la batalla en la que ya han muerto 22 soldados de EE UU y al menos 179 han resultado heridos, según informaron ayer fuentes oficiales. Los militares señalan que han arrinconado a los insurgentes en el sur de la ciudad, donde la lucha es constante.

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La ofensiva sobre Faluya, que comenzó el pasado lunes y en la que participan un mínimo de 6.000 marines y 2.000 soldados iraquíes, ha coincidido con un recrudecimiento de la violencia en el resto del país, sobre todo en algunos barrios de Bagdad y en Mosul, la ciudad más importantes del norte de Irak, que, según la agencia France Presse, estaría actualmente controlada por los insurgentes.

"Centenares de cadáveres están tendidos en las calles y miles de heridos pululan sin encontrar a nadie que pueda curarlos... es una auténtica catástrofe", relató el doctor Ali Abbas, escondido en un lugar no determinado de la ciudad, a la cadena de televisión árabe Al Yazira. El médico explicó que incluso los heridos se quedan tirados en la calle porque no hay nadie que se atreva a salir a ayudarlos a causa de la intensidad de los combates y de los bombardeos.

Rasul Ibrahim logró escapar ayer de Faluya a pie y llegar, con su esposa y sus tres hijos, a Habbaniya. "No hay agua. La gente está bebiendo agua sucia. Los niños mueren. La gente se come cualquier cosa porque no hay alimentos", relató en un campo de refugiados situado en esta ciudad a 20 kilómetros de Faluya.

Fadhil Badrani, un periodista iraquí que trabaja para la agencia Reuters y la BBC desde Faluya, relató que "cada vez hay más y más muertos en las calles". "El olor es irrespirable, hay humo por todas partes", agregó Badrani, quien señaló que los habitantes están comenzando a enterrar a sus muertos en los jardines de las casas. Según este testigo, los estadounidenses se mueven por las principales avenidas y han tomado los edificios altos. "He visto soldados gubernamentales, pero no son de aquí, no son de la provincia de Al Anbar", agregó.

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La Media Luna Roja iraquí, a través de su portavoz en Bagdad, Firdus al Ubadi, hizo un llamamiento a EE UU y al Gobierno provisional iraquí para que permitan a la organización "realizar su labor humanitaria con los civiles inocentes". "Es su responsabilidad. Faluya es una gran desastre", agregó. La mayoría de los 300.000 habitantes de Faluya han abandonado la ciudad antes de la ofensiva, aunque nadie sabe a ciencia cierta cuántos civiles permanecen allí. Mandos estadounidenses aseguraron el jueves que 600 insurgentes habían muerto durante los combates, que han costado la vida de momento a 22 marines.

Los militares estadounidenses han tomado gran parte de la ciudad, aunque el teniente Lyle Gilbert matizó este dato desde el campo de batalla: "Controlamos Faluya en el sentido de que estamos presentes, pero hará falta tiempo antes de que podamos asegurar el terreno tomado".

"Son muy rápidos. Salen de un edificio y nos disparan con sus lanzagranadas RPG", relataba el teniente Aaron Smiley en medio de la batalla, mientras los marines trataban de avanzar hacia la zona que han bautizado como el barrio neoyorquino de Queens, el sureste de la ciudad, entre el Éufrates y el centro, donde los militares creen que los últimos rebeldes están arrinconados, lo que hace que su resistencia sea especialmente feroz.

"¡Me han dado, me han dado!", podía escucharse a través de la radio desde una columna de carros de combate. "Nos atacan con RPG desde los dos lados. Son asaltos muy bien coordinados", explicaba Robert Bodisch, comandante de un grupo de blindados Abrams. "Hay muchos insurgentes, pero diría que Queens es el último lugar de Faluya que controlan".

En el resto del país los combates prosiguen. En el norte de Bagdad fue alcanzado y derribado un helicóptero Black Hawk y tres de sus cuatro tripulantes resultaron heridos. Aunque es en Mosul donde la situación parece especialmente violenta. Tras una serie de bombardeos y ataques terrestres el jueves, los insurgentes se hicieron fuertes ayer en el centro de esta ciudad, situada a 370 kilómetros al norte de la capital. "Queremos abrir un nuevo frente para aliviar la presión sobre Faluya", relató uno de ellos a la agencia France Presse, que asegura que las tropas estadounidenses y los policías iraquíes se han retirado de la ciudad.

Un soldado estadounidense mueve con el pie un cadáver en una calle de Faluya en busca de armas y municiones.ASSOCIATED PRESS

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