Reportaje:CONFLICTO MEDIOAMBIENTAL

Batalla residual

Medio Ambiente estudia el proyecto de Tecmed para el vertedero de Baena, que ha dividido a los municipios afectados por la naturaleza de los residuos que albergará

La empresa Tecmed (Tratamientos Medioambientales, SA) presentó la semana pasada el proyecto para el centro de tratamiento de residuos industriales que quiere construir en Baena (Córdoba). Los responsables de la compañía insisten que en su proyecto sólo se contempla el almacenamiento de residuos no peligrosos. Los representantes de las plataformas antivertedero de la comarca afirman que la empresa está siguiendo una estrategia de "camuflaje" y que los residuos que albergará serán peligrosos.

Antonio Martín Martín, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba y especiali...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La empresa Tecmed (Tratamientos Medioambientales, SA) presentó la semana pasada el proyecto para el centro de tratamiento de residuos industriales que quiere construir en Baena (Córdoba). Los responsables de la compañía insisten que en su proyecto sólo se contempla el almacenamiento de residuos no peligrosos. Los representantes de las plataformas antivertedero de la comarca afirman que la empresa está siguiendo una estrategia de "camuflaje" y que los residuos que albergará serán peligrosos.

Antonio Martín Martín, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba y especialista en Ingeniería Ambiental, explica, mediante un ejemplo, que los dos tienen parte de razón: En el informe que Tecmed repartió el martes 26 de octubre se afirma que, entre otros muchos productos y subproductos, el serrín, las virutas y los recortes de madera serán tratados y almacenados en la planta de Baena. "Estos materiales de por sí no se consideran peligrosos", sostiene el Martín, "pero en la industria del mueble se utilizan subproductos considerados como peligrosos".

La UE dispone de una lista que agrupa las sustancias que se consideran peligrosas
Los depósitos de Nerva y Jerez tienen capacidad para cinco millones de toneladas

Por lo tanto, ahora les toca el turno a los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente quienes, con el proyecto de 10 volúmenes que ha realizado Tecmed en la mano, deberán establecer si lo que tiene previsto albergar la planta de Baena son residuos peligrosos o no.

Y, ¿qué es un residuo peligroso? Según el Reglamento de Residuos de la Comunidad Autónoma de Andalucía los desechos tóxicos y peligrosos son "los materiales sólidos, pastosos, líquidos, así como los gaseosos contenidos que (...) contengan en su composición alguna de las sustancias y materias contempladas por la Legislación básica estatal y el Derecho de la Unión Europea en cantidades o concentraciones tales que representen un riesgo para la salud humana, recursos naturales y medio ambiente".

Por lo tanto, la pregunta más precisa no es qué es un residuo peligroso sino qué residuos son considerados peligrosos. Para responder a esta cuestión la UE creó la Lista Europea de Residuos Peligrosos, cuya última actualización data de julio de 2001. Este enorme listado contiene agrupadas por códigos las sustancias que se consideran peligrosas. Los técnicos de la Junta de Andalucía deberán cotejar el proyecto de Tecmed con este listado para dar o no luz verde a la planta o vertedero.

En la planta de Baena, según la compañía, se albergarán residuos provenientes de la madera y el mueble, el sector textil y de la piel, pinturas y barnices, de la construcción y la demolición, de depuradoras de aguas, de la recuperación de suelos industriales y de la agricultura y la alimentación. Todos estos sectores productivos están incluidos dentro del listado europeo. Lo que no significa que sean necesariamente tóxicos, sino que pueden contener sustancias peligrosas.

El proyecto de Tecmed, que se extenderá sobre una superficie de 25 hectáreas, prevé la construcción de dos zonas diferenciadas. La primera estará destinada a la fase previa de recepción y tratamiento de los desechos. Las empresas que soliciten los servicios de Tecmed deberán mandar muestras de los residuos de los que quieren desprenderse. El laboratorio de la planta de Baena decidirá si pueden ir allí y qué tratamiento han de seguir. Los residuos podrán ser reciclados (con lo que se tendrán que trasladar a otras plantas, ya que la de Baena no podrá prestar este servicio); o podrán pasar a la planta de estabilización, donde por medio de procesos químicos se neutraliza la acción contaminante; o podrán pasar a la segunda zona de la planta, al vaso de rechazo.

El vaso, que los ecologistas denominan vertedero, tendrá un volumen de almacenamiento de 600.000 metros cúbicos. Existe una legislación específica sobre las medidas que tiene que cumplir y que, básicamente, hace referencia a las capas de material aislante de las paredes y la base del vertedero.

Cuando el vaso se llena de residuos, se procede a sellarlo con más capas aislantes. Un portavoz de Tecmed explica que no saben cuándo se llenará el de Baena porque no saben cuántas toneladas recibirán al año de desechos.

Al margen de los tecnicismos legales sobre qué es un residuo peligroso y qué no lo es, el catedrático Martín habla de la carga semántica negativa del término "peligroso": "Hay que desdramatizar el nombre de residuo peligroso... El legislador es muy precavido y le ha puesto esta etiqueta a un montón de productos, pero ni mucho menos todos tienen el mismo potencial de riesgo". Martín, al igual que la Consejería de Medio Ambiente, apuesta por la potenciación de centros que puedan albergar este tipo de desechos, eso sí, si se cumple con unos estrictos controles por parte de la Administración.

El catedrático fundamenta su apoyo en un razonamiento simple: si no, qué se hace con los residuos. "En los países del primer mundo, queremos disfrutar de todas las ventajas del progreso, pero nos olvidamos de los desechos que se producen (...) Queremos lo positivo pero rechazamos lo negativo".

La legislación andaluza clasifica los desechos en dos tipos: los residuos peligrosos y los urbanos (donde se incluyen los industriales y los domésticos). Fundamentalmente, los desechos reciben dos tipos de tratamiento: o bien son reciclados, valorizados, según la jerga legal, o bien son almacenados en vertederos.

En total, existen 119 depósitos para residuos en la región. La legislación andaluza contempla tres tipos de depósitos de residuos. En la primera categoría, se engloban los vertederos de materiales no peligrosos provenientes de la actividad urbana e industrial. En la región hay 45 y, si finalmente recibe la luz verde, el de Baena sería el número 46. La segunda clasificación se refiere a los materiales inertes o escombros, en Andalucía hay 72 depósitos de este tipo.

La última clasificación engloba a los depósitos de residuos peligros. Sólo hay dos, uno en Nerva (Huelva) y Jerez (Cádiz). Según la Consejería, éstos son suficientes para responder a la demanda andaluza, ya que tienen una capacidad para cinco millones de toneladas y, anualmente, se generan en Andalucía sólo 250.000 toneladas.

Todos los residuos se tratan, reciclan o almacenan en territorio andaluz, salvo los polvos de acerías y los medicamentos citoestáticos, que se trasladan a otros países europeos con la tecnología necesaria. Pero la comunidad, tal y como contempla el Plan General de Prevención y Gestión de Residuos Peligrosos 2004-2010, también recibe desechos provenientes del resto de España y de Portugal, el único país europeo, junto con Grecia, que no dispone de vertederos para productos peligrosos.

Cronología de una polémica

- 23 de julio. El alcalde de Baena, Luis Moreno (PSOE), los portavoces del PP y el PA y Tecmed firman un convenio para "impulsar" un centro de tratamiento anual de 85.000 toneladas de desechos peligrosos y 150.000 de no peligrosos a cambio de 1,5 euros por tonelada de no peligrosos y seis euros por tonelada de peligrosos.

- Agosto. IU, que no firma el convenio, y los Verdes airean el acuerdo y se crean las primeras plataformas antivertedero. El PP se desmarca, al igual que la dirección regional del PA.

- 17 de septiembre. Tecmed anuncia que la planta será de residuos peligrosos y no peligrosos.

- 24 de septiembre. Primera gran manifestación contra el proyecto. 10.000 personas, según la Guardia Civil, protestan en Baena. A la manifestación acuden también alcaldes socialistas de municipios como Valenzuela o Bujalance. Luis Moreno sigue defendiendo el proyecto de Tecmed alegando que llevará hasta el municipio más de 20 empleos directos y 100 indirectos. La dirección provincial del PSOE, respalda a Moreno. Pero las protestas continúan.

- Octubre. El alcalde de Baena y Tecmed empiezan a difundir que el proyecto sólo incluirá residuos no peligrosos. Las plataformas antivertedero sostienen que es una táctica de camuflaje.

- 11 de octubre. Se presenta la coordinadora de plataformas antivertedero que agrupa a vecinos de 14 municipios de Córdoba y Jaén.

- 22 de octubre. 20.000 personas, según la organización, y unas 11.000, según la Policía Local, protestan en Córdoba.

- 26 de octubre. Tecmed presenta el proyecto a la Consejería de Medio Ambiente y la plataforma contraria al proyecto impide su presentación pública. La inversión se rebaja en dos millones de euros, hasta los 10 millones.

Sobre la firma

Archivado En