Zapatero promete años de "fuerte desarrollo" para la zona noroeste

Nunca un presidente del Gobierno había visitado oficialmente la ciudad de Lugo hasta que ayer lo hizo José Luis Rodríguez Zapatero, en un gesto que, según explicó él mismo, encierra "toda una filosofía". "Quiero estar más cerca y más veces en aquellos territorios, ciudades y ciudadanos que necesitan más apoyo, inversión, desarrollo y solidaridad", proclamó Zapatero.

Entre esos territorios figuran las cuatro comunidades autónomas del noroeste peninsular -Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria- que, según el presidente, serán destinatarias de un especial "esfuerzo inversor" en los...

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Nunca un presidente del Gobierno había visitado oficialmente la ciudad de Lugo hasta que ayer lo hizo José Luis Rodríguez Zapatero, en un gesto que, según explicó él mismo, encierra "toda una filosofía". "Quiero estar más cerca y más veces en aquellos territorios, ciudades y ciudadanos que necesitan más apoyo, inversión, desarrollo y solidaridad", proclamó Zapatero.

Entre esos territorios figuran las cuatro comunidades autónomas del noroeste peninsular -Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria- que, según el presidente, serán destinatarias de un especial "esfuerzo inversor" en los próximos Presupuestos Generales del Estado, ya que todas ellas necesitan "unos años de fuerte desarrollo". A los gallegos, en particular, el presidente les prometió un "Gobierno cercano" que tratará de contribuir a que aprovechen la "gran oportunidad de modernización e impulso que tienen ante sí".

El jefe del Gobierno estaba acompañado por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quien firmó con el ayuntamiento un convenio para construir un nuevo puente sobre el río Miño.

Zapatero tuvo como anfitrión de su visita a un compañero de partido, el alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, muy popular entre sus vecinos y que ha levantado un enclave socialista en una provincia de abrumador dominio del PP. Miles de ciudadanos, que estos días celebran el San Froilán, la fiesta grande de Lugo, se acercaron a la plaza del ayuntamiento para aplaudir al presidente, quien recibió una fervorosa acogida de los vecinos durante un paseo por las calles de la ciudad y su muralla romana. Zapatero cumplió la inexcusable tradición del San Froilán y acudió a comer pulpo a las casetas de la feria, un rito al que se sumarán hoy los duques de Lugo, también invitados de honor a la fiesta.

El PP gallego pidió ayer al presidente del Gobierno que "además de repartir sonrisas, cumpla los compromisos con Galicia". El Gobierno autónomo y el partido que le apoya están metidos de lleno en una ofensiva para demostrar que los socialistas han incumplido las promesas que figuraban en el Plan Galicia de Aznar.

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