Una comisión seleccionará uno de los 30 proyectos del monumento a las víctimas del 11-M
La comisión técnica del concurso para el monumento a las víctimas del 11-M se reunirá esta semana para iniciar la selección de entre 20 y 30 proyectos que se someterán al jurado del concurso, para lo que será necesario el informe técnico sobre el peso que puede soportar la glorieta de Atocha.
Según el artista vasco Agustín Ibarrola, miembro del jurado junto a otros artistas, para la selección "contaremos con la asistencia de los técnicos porque la ciudad está debajo de la glorieta y hay muchos huecos, y no sabemos el peso que va a tener cada monumento y si la superficie del lugar podrá ...
La comisión técnica del concurso para el monumento a las víctimas del 11-M se reunirá esta semana para iniciar la selección de entre 20 y 30 proyectos que se someterán al jurado del concurso, para lo que será necesario el informe técnico sobre el peso que puede soportar la glorieta de Atocha.
Según el artista vasco Agustín Ibarrola, miembro del jurado junto a otros artistas, para la selección "contaremos con la asistencia de los técnicos porque la ciudad está debajo de la glorieta y hay muchos huecos, y no sabemos el peso que va a tener cada monumento y si la superficie del lugar podrá soportarlo". El monumento se colocará frente a la estación de Atocha y en la desembocadura de la calle de Alfonso XII, y será inaugurado el próximo 11 de marzo, con motivo del primer aniversario de la tragedia.
Debajo de ese punto, no sólo está la propia estación de Atocha y su conexión con el metro, sino establecimientos comerciales y galerías de servicio, "huecos" que deberán ser tenidos en cuenta a la hora de elegir el monumento memorial que finalmente recordará a las víctimas.
La comisión tiene previsto reunirse el miércoles y celebrará otras dos sesiones más hasta proponer 20 o 30 proyectos al jurado, que se constituyó la semana pasada y que decidirá a fin de mes cuál de las casi 300 propuestas presentadas se erigirá en Atocha, "una enorme responsabilidad", según Ibarrola. Los motivos propuestos son en gran medida simbólicos y van desde los paraguas apiñados de la manifestación contra el terrorismo del 12 de marzo a las manos abiertas o los nombres de todas las víctimas traspasados por el sol.