El pescado y la verdura escasean en los menús de los colegios
No es fácil hacer que un niño coma un plato de verdura sin rechistar. Para salvar la papeleta, en la mayoría de los comedores andaluces consultados, se recurre a ensaladas simples y, como el que no quiere la cosa, acompañan el pescado y la carne con verduras y legumbres. La mayoría de las provincias andaluzas, a través de las delegaciones de Educación de la Junta, coinciden en la importancia de la comunicación con los padres, algo que no siempre se mantiene o que se da de lado cuando avanza el curso.
El intercambio de información -cuánto ha comido, si se ha portado bien...- se hace casi...
No es fácil hacer que un niño coma un plato de verdura sin rechistar. Para salvar la papeleta, en la mayoría de los comedores andaluces consultados, se recurre a ensaladas simples y, como el que no quiere la cosa, acompañan el pescado y la carne con verduras y legumbres. La mayoría de las provincias andaluzas, a través de las delegaciones de Educación de la Junta, coinciden en la importancia de la comunicación con los padres, algo que no siempre se mantiene o que se da de lado cuando avanza el curso.
El intercambio de información -cuánto ha comido, si se ha portado bien...- se hace casi siempre de forma mensual, aunque en provincias como Málaga quieren implantar un sistema de pegatinas para que el seguimiento sea individualizado. Los colegios reparten circulares entre los padres, otros cuelgan el menú en la página web o lo exponen en el tablón de anuncios. En Granada y Sevilla, algunas empresas de restauración imparten cursos de nutrición para padres y otras realizan programas de higiene buco-dental. El precio del menú en los centros públicos es de 2,71 euros, aunque la Junta llega a subvencionar hasta el 100% del importe. En los colegios privados y concertados, la comida cuesta entre tres y cinco euros.
Este periódico ha charlado sobre los menús infantiles con responsables de comedor, directores y profesores de una docena de colegios andaluces entre los que hay concertados, públicos y privados. A continuación se reseña lo más destacable de cada una de ellas.
- Almería. Los alumnos del Madre de la Luz comen legumbres tres veces al día y ensalada a diario. "Antes predominaba más la carne. Pero ahora preferimos tirar comida para que los niños se acostumbren al pescado, que lo ponemos tres veces en semana", explica el director del centro, Jesús Jurado. Sus 300 comensales se han tenido que acostumbrar a las verduras, pero todavía les cuesta tragar el pescado, el alimento precocinado que comen con más frecuencia. Cada día pagan 3,85 euros, precio en el que se les incluye actividades extraescolares de balonmano, baloncesto y voleibol.
- Cádiz. El colegio Público Carlos III de Cádiz tiene a disposición de todos los padres un extenso informe donde se señala las características de sus veinte menús. Detallan los ingredientes con los que se elabora cada plato, el valor nutricional -mediante diagramas circulares- y los componentes de proteínas, lípidos, carbohidratos y energía en cantidad y porcentaje. El Colegio concertado San Felipe Neri cuentan con un asesoramiento directo hospitalario que establece los menús.
- Córdoba. De los 1.100 estudiantes del colegio concertado San Francisco de Sales de Córdoba, sólo 100 comen diariamente en el centro. La comida la elabora Serunión, una empresa especializada que elabora menús por grupos de edad siguiendo recetas tradicionales de la cocina mediterránea, según su página web. Los niños comen "frutas, verduras y pescado al menos dos veces a la semana", afirma Francisco Sales, director del colegio San Francisco de Sales. Los dulces sólo se ofrecen en los días de fiesta.
- Granada. La delegación de Cultura de Granada preguntó el pasado curso a los padres sobre su grado de satisfacción con los comedores escolares. Todos calificaron la alimentación recibida como saludable salvo los de cuatro centros, que pidieron mayor presencia de fruta y verdura en los menús. "Tuvimos que pedir a una empresa que redujera los alimentos precocinados, dice la jefa de ordenación educativa". En La Asunción, un centro religioso de enseñanza infantil, primaria y secundaria, "no se pone verdura de primero con mucha frecuencia porque los niños no se la comen", cuenta su directora.
- Huelva. El Colegio público onubense Manuel Pérez de Bollillos ha cedido el servicio de comedor a la empresa María Ortega Fría. En el menú para un mes no especifican si el postre es dulce o fruta e incluyen tres veces a la semana alimentos como carne empanada, hamburguesa con tomate o croquetas.
- Jaén. La delegación de Educación de la Junta asegura que se sirven dietas equilibradas, saludables y elaboradas por dietistas que respetan el contenido de calorías. Normalmente hay una serie de 10-15 menús alternativos y que nunca se repiten el mismo día de la semana para que los niños no vayan predispuestos.
- Málaga. El servicio de comidas escolares se ha convertido en una de las "banderas" de la delegación malagueña de Educación. "Somos la provincia que más comidas da", explica José Nieto, delegado para la provincia. Desde hace dos años, los comedores malagueños forman parte de un Plan de Calidad. El colegio concertado La Reina busca sobre todo que los menús sean apetecibles. Una de las triquiñuelas de las que se sirven para hacer comer verdura a sus alumnos es ponerles ración doble de verdura y obligarles a que se coman, al menos, la mitad. El precio medio de las comidas es de 5 euros.
- Sevilla. La fórmula más utilizada para por los centros escolares en la capital andaluza es el catering. "Tenemos un trato especializado con cada director del centro y damos una charla coloquio al final de la semana para explicar a los padres el menú que toman sus hijos y que tal comen. Es como una tutoría.", explica Marta Ortiz responsable de "La Única", una empresa de Mairena del Aljarafe (Sevilla) especializada en servir comidas en colegios y en guarderías en Sevilla y en Huelva.
Información elaborada por: M.J. López Díaz, P. Espinosa, M. Planelles, L. Vallellano, R. Hernández, A. Coullaut, M. Altozano, y J. Viúdez.