La conferencia de Bonn impulsa una gran coalición por las energías renovables

Más de 150 países acuerdan medidas para potenciar las fuentes eólica, hidráulica y solar

En un desenlace que incluso observadores tradicionalmente críticos, como las ONG, calificaron de "significativo paso adelante", más de 150 países reunidos en una conferencia internacional en la antigua capital alemana, Bonn, acordaron ayer impulsar en todos sus frentes energías renovables como la eólica, hidráulica o solar. Similares intenciones ya se habían escuchado en el pasado, pero esta vez se logró concretar una larga lista de medidas concretas y consensuar un documento final que concede a las energías limpias un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la pobreza.

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En un desenlace que incluso observadores tradicionalmente críticos, como las ONG, calificaron de "significativo paso adelante", más de 150 países reunidos en una conferencia internacional en la antigua capital alemana, Bonn, acordaron ayer impulsar en todos sus frentes energías renovables como la eólica, hidráulica o solar. Similares intenciones ya se habían escuchado en el pasado, pero esta vez se logró concretar una larga lista de medidas concretas y consensuar un documento final que concede a las energías limpias un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la pobreza.

El ministro de Medio Ambiente alemán, Jürgen Trittin, aseguró que la puesta en práctica del llamado Plan de Acción (una cesta de 150 iniciativas voluntarias) permitirá en 2015 un ahorro anual de dióxido de carbono equivalente a las emisiones anuales del segundo país industrial del mundo, Japón. La declaración final llama a proveer de energía comercial a más de 1.000 millones de personas que hasta el momento carecen de ella.

La víspera, el documento de clausura fue objeto de un duro tira y afloja entre los partidarios de concretar al máximo los objetivos (Europa y algunos países latinoamericanos, ante todo) y aquellos que rechazaban cualquier camisa de fuerza (EEUU), exigían matizaciones en materia de valoración de los costes medioambientales de los combustibles fósiles (India y Arabia Saudí, por ejemplo) o defendían a capa y espada los grandes proyectos hidráulicos (Brasil y muchos Estados africanos).

En aras del consenso, Alemania acabó por negociar una declaración final moderada, sin demasiadas aristas. La misma Unión Europea tuvo que reconocer la semana pasada que, por el momento, no está cumpliendo con su propio objetivo de garantizar que las energías renovables lleguen a representar en 2010 el 12% de la energía consumida.

En defensa del "éxito" de la declaración final y de una conferencia en la que Rusia brilló por su ausencia, Trittin resaltó el acuerdo para que las iniciativas contenidas en el Plan de Acción sean sometidas a un proceso de seguimiento y evaluación.

Al igual que otros participantes, el ministro destacó el protagonismo asumido por grandes países en desarrollo como China, Filipinas y Egipto. Sobre todo Pekín podría acabar siendo un motor decisivo para el despegue comercial de las energías renovables. Para 2010, China pretende que éstas representen el 10% de su consumo total. Además, proyecta adoptar próximamente un sistema de primas en apoyo a las energías limpias, similar al ya implementado, con mucho éxito, en Alemania y España.

La organización ecologista WWF / Adena puso una nota pesimista en la tarde de ayer, al calificar el resultado de la conferencia de "decepcionante" porque "no está a la altura de las expectativas creadas", por su falta de objetivos claros y por carecer de un calendario explícito para su desarrollo.

Jürgen Trittin.

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