Cuadernos de cuarzo líquido

Los doce alumnos de cuarto de primaria del Colegio Público Pello Errota, ubicado en el pequeño pueblo guipuzcoano de Asteasu (1.300 habitantes), se afanaban ayer en aprender cuáles son los colores primarios y en descubrir cómo, mezclándolos adecuadamente, se pueden conseguir los demás. Pero entre sus manos no bailaban ni acuarelas, ni pinceles, ni papeles. Todo era limpio y rápido. ¿Sus herramientas de trabajo? Una docena de Tablet PC, unos ordenadores portátiles de tan sólo kilo y medio de peso que sirven a los niños de cuaderno, caja de pinturas, goma de borrar, enciclopedia y demás material...

Los doce alumnos de cuarto de primaria del Colegio Público Pello Errota, ubicado en el pequeño pueblo guipuzcoano de Asteasu (1.300 habitantes), se afanaban ayer en aprender cuáles son los colores primarios y en descubrir cómo, mezclándolos adecuadamente, se pueden conseguir los demás. Pero entre sus manos no bailaban ni acuarelas, ni pinceles, ni papeles. Todo era limpio y rápido. ¿Sus herramientas de trabajo? Una docena de Tablet PC, unos ordenadores portátiles de tan sólo kilo y medio de peso que sirven a los niños de cuaderno, caja de pinturas, goma de borrar, enciclopedia y demás materiales escolares al uso.

Y es que, gracias al apoyo tecnológico y económico de las empresas Microsoft, Intel y HP, el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Asteasu y el grupo TIC del Berritzegune (Centro de apoyo a la formación e innovación educativa) de Lasarte, la escuela Pello Errota fue seleccionada para embarcarse en una experiencia piloto: introducir los Tablet PC en el aula de cuarto de primaria, cuyos alumnos y profesores continuarán con este novedoso instrumento de enseñanza y aprendizaje en quinto y sexto.

Los profesores aprecian una mayor motivación en los estudiantes

¿El objetivo? Utilizar la informática como un recurso más en todas las áreas curriculares y acercar las nuevas tecnologías al profesorado, los alumnos y los padres. Tras superar las "dudas y miedos iniciales" y recibir el beneplácito de los progenitores, los maestros fueron los primeros en formarse en un proyecto en el que se trabaja con los ordenadores portátiles, una pizarra digital, una cámara de vídeo y un proyector. Luego le tocó el turno a los pequeños, de 9 y 10 años, quienes al cabo de media hora, se desenvolvían mejor que sus profesores, según confesó ayer Roberto Suberbiola, tutor del aula digital.

El caso es que, desde hace un trimestre, los doce alumnos y tres profesores de cuarto tienen como principal soporte de trabajo los Tablet PC, aunque no han abandonado por completo los tradicionale. Como materiales utilizan programas de Microsoft, programas multimedia, Internet y materiales informáticos preparados por los docentes. El proyector y la cámara se usan para explicaciones generales y correcciones.

El programa Journal es una de las bazas de esta iniciativa, pues permite a los alumnos escribir directamente sobre la pantalla de cuarzo líquido del ordenador con un lápiz que funciona por magnetismo y con el que toman notas y realizan dibujos. El teclado está ahí para otras actividades, pero se trata de "no descuidar la escritura natural", resaltó Suberbiola. Así, después de leer en sus pantallas las explicaciones sobre los colores primarios y superponer en ellas un cuadrado rojo y otro verde para comprobar que da como resultado el amarillo, los niños plasmaron ayer sus apuntes, con mejor o peor letra, en sus respectivos cuadernos digitales.

¿Qué materias se trabajan con el Tablet PC? Por ejemplo, Matemáticas. Cada alumno prepara un ejercicio en casa en un cuaderno habitual, que luego se plasma en la pizarra digital y cada niño resuelve en su folio de Journal. En Euskera, cada chaval ha escrito su autobiografía en Word, mientras que en Lengua Castellana los alumnos han buscado información sobre animales peligrosos en una web seleccionada, para luego hacer un resumen en sus hojas digitales.

Miren Olasagasti tiene 10 años y es una de las alumnas de cuarto de primaria de la escuela Pello Errota, donde estudian otros 139 chavales de Asteasu y Larraul de entre dos y 12 años y donde trabajan 18 profesores. "Los cambios no han sido muy grandes, sólo que escribes con un boli especial y sobre una pantalla", asegura la niña. Eso sí, la califica de más incómoda que el cuaderno tradicional, porque es "más alta". "Pero es más fácil borrar. Y también aprender, porque la información la encuentras antes que buscando en la enciclopedia", matiza.

Koro Amas, una de sus profesoras, indicó que todavía es pronto para determinar si los alumnos asimilan mejor o no los conocimientos impartidos. Sí afirmó que la motivación de los niños es "superextra". Y como es un grupo pequeño, no tiene problemas para controlar que no caigan en la tentación de navegar por Internet cuando no deben.