Cuba sube los precios en dólares entre un 10% y un 30%

Castro responde al endurecimiento del embargo de EE UU

La noticia se regó en las calles de Cuba antes incluso de que en la red de tiendas de dólares se comenzaran a etiquetar los nuevos precios: los alimentos, artículos de higiene y otros productos básicos subirán entre un 10% y un 15%, lo mismo que la ropa y el calzado, mientras que las bebidas y licores importados subirán un 25%, y hasta un 30% las piezas de artesanía y los souvenirs para los turistas.

Pese a que ya se había anunciado, el incremento de los precios, que se hará efectivo en los próximos días, desató una nueva ola de críticas y maldiciones africanas en La Habana, dond...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La noticia se regó en las calles de Cuba antes incluso de que en la red de tiendas de dólares se comenzaran a etiquetar los nuevos precios: los alimentos, artículos de higiene y otros productos básicos subirán entre un 10% y un 15%, lo mismo que la ropa y el calzado, mientras que las bebidas y licores importados subirán un 25%, y hasta un 30% las piezas de artesanía y los souvenirs para los turistas.

Pese a que ya se había anunciado, el incremento de los precios, que se hará efectivo en los próximos días, desató una nueva ola de críticas y maldiciones africanas en La Habana, donde la mayoría de las Tiendas de Recaudación de Divisas permanecen cerradas hace diez días. En Cuba, donde poco puede saberse de lo que ocurre por los medios de comunicación oficiales, y menos aún en asuntos tan delicados, funciona a la perfección el boca a boca, el chisme y la filtración de las orientaciones que bajan de arriba. Ayer al mediodía, por ejemplo, algunos habaneros tenían ya en su poder la copia de la circular con los nuevos índices de precios; los que no, se habían enterado de qué y cuánto subirá en los próximos días.

"Ya los precios eran un abuso, imposibles para uno. ¡Imagínese ahora!", comentaba una indignada ama de casa en la tienda Casa Blanca, en el barrio habanero de Miramar. En sus manos, la mentada y en teoría secreta circular con los agobiantes incrementos: las conservas, las pastas, los lácteos, la carne y la mayoría de los alimentos, un 10%, si bien algunos muy populares, como las salchichas y la mortadela, suben el 12,5%, y los zumos de frutas naturales de producción nacional, hasta un 14%. La ropa y el calzado, entre un 10% y un 15%, los artículos de higiene y aseo personal, un 10%, y los electrodomésticos, un 15%.

¿Y la gasolina?

Nada se ha dicho de momento sobre el anunciado incremento del precio del combustible, algo que, según los economistas, tendría repercusiones mayores, pues provocaría alzas inmediatas en los alimentos que se comercializan en pesos cubanos en los agromercados, a precios ya de por sí elevados. La última vez que el Ministerio de Economía subió los precios de los productos de venta en dólares, el 31 de mayo de 2002 -como ahora, entre un 10% y un 30%-, también se habló de que la gasolina y el diesel subirían sensiblemente, algo que finalmente no ocurrió.

"Puede ser que, como aquella vez, el Gobierno le haya cogido miedo a una medida que, además de impopular, traería graves consecuencias", opinaba en una gasolinera Yurisleisi Pérez, dueño de un taxi privado que admite que el precio que cobra hoy por una carrera ya es prohibitivo para cualquiera de sus compatriotas. Su análisis sobre las medidas anunciadas por el Gobierno cubano, en respuesta a las que el 6 de mayo anunció la llamada Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, presidida por el secretario del Departamento de Estado norteamericano, Colin Powell, era muy gráfico: "Es como si vas por la calle y viene un desgraciado y te hace una cabronada, y entonces tú te marchas a casa y le das un bofetón a tu nieto".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Entre las medidas adoptadas por Washington para "acelerar" una "transición hacia la democracia" en la isla y privar de recursos al Gobierno de Fidel Castro, están: limitar los receptores de remesas de dinero a los familiares directos de cubanos residentes en EE UU y reducir las visitas a Cuba de los cubano-americanos de una anual a una cada tres años.

La respuesta defensiva de Cuba, al entender de Yurisleisi, tendrá también "una repercusión notable: y como siempre, los afectados y jodidos seremos nosotros".

Archivado En