El aumento de natalidad por la inmigración colapsa las salas de partos de Barcelona

En sólo cinco años el hospital del Mar ha registrado un incremento de nacimientos del 69%

Es una imagen inimaginable hace sólo seis o siete años, pero las maternidades catalanas vuelven a estar en plena actividad. Las salas de parto están llenas y algunas incluso rozan el colapso con un incremento de la actividad que roza el 70% en cinco años. El aumento de la natalidad asociado a la inmigración es el principal responsable de un fenómeno que ha cogido desprevenida a la Administración. Tras años de descenso de la natalidad, las autoridades sanitarias corren ahora a estudiar medidas para reforzar los paritorios. Los hospitales piden soluciones rápidas.

El aumento de la demanda...

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Es una imagen inimaginable hace sólo seis o siete años, pero las maternidades catalanas vuelven a estar en plena actividad. Las salas de parto están llenas y algunas incluso rozan el colapso con un incremento de la actividad que roza el 70% en cinco años. El aumento de la natalidad asociado a la inmigración es el principal responsable de un fenómeno que ha cogido desprevenida a la Administración. Tras años de descenso de la natalidad, las autoridades sanitarias corren ahora a estudiar medidas para reforzar los paritorios. Los hospitales piden soluciones rápidas.

El aumento de la demanda se ha producido en todas las unidades de obstetricia, pero ha sido especialmente acusado en los hospitales situados en barrios con altos porcentajes de inmigración, compuesta mayoritariamente por parejas jóvenes en edad reproductiva. El hospital del Mar de Barcelona es el ejemplo más claro. El incremento de la población inmigrante en los distritos de Ciutat Vella y Sant Martí ha disparado la actividad en los servicios de obstetricia y ginecología de este centro: en los últimos cinco años, el número de partos ha aumentado el 69% y en más de la mitad de los nacimientos (el 51%) registrados el año pasado las madres eran inmigrantes.

El Departamento de Sanidad y la dirección del hospital del Mar están analizando las necesidades de ampliación del área de ginecología y obstetricia, para adaptarla a la nueva demanda. Cristina Iniesta, directora del hospital, admitió ayer que el centro fue creado para atender a una población cuyo perfil ha cambiado radicalmente en los últimos años. La población tradicionalmente envejecida de Ciutat Vella y Sant Martí se ha rejuvenecido con la llegada de los inmigrantes, de los que el 47% son mujeres, la gran mayoría de ellas en edad fértil.

Los últimos datos del Observatorio de la Inmigración de Barcelona indican que en Ciutat Vella los inmigrantes representan ya el 36,1% de la población. En Sant Martí, el porcentaje supera el 10%. La mayor presencia de mujeres entre la población inmigrante tiene un claro reflejo en la natalidad de la capital catalana: en 2003, el 20,4% de los bebés nacidos en la ciudad eran hijos de extranjeras.

El hospital del Mar dispone actualmente de dos salas de partos, que según la directora del centro resultan insuficientes para atender una demanda de asistencia que crece sin cesar. El año pasado se atendieron 1.292 alumbramientos, frente a los 761 de hace cinco años.

El incremento de la población inmigrante ha obligado al hospital del Mar a contratar mediadores culturales, con el objetivo de ofrecer una asistencia más cercana a las particularidades de los nuevos usuarios. "El trabajo de los mediadores no se limita a traducir la información a los pacientes que no entienden nuestro idioma, sino que ejercen una importante labor de comprensión de hábitos culturales. Otro de sus cometidos es facilitar el acceso de esta población a los dispositivos sanitarios", afirma la directora del centro.

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Pero el hospital del Mar no es el único que debe afrontar el aumento de la natalidad. El Germans Trias i Pujol, hospital de referencia de Santa Coloma de Gramenet, Badalona y Montgat, también se encuentra al límite. El hospital tiene una capacidad para atender entre seis y ocho partos al día, pero esta cifra se rebasa una o dos veces cada semana.

Derivaciones

Cuando esto ocurre, las pacientes tienen que ser derivadas al hospital materno-infantil de Vall d'Hebron. "Esto es lo que ha sucedido la noche pasada y viene ocurriendo a menudo en los últimos meses", explicó el viernes la responsable del servicio. "Los partos no se pueden programar", recuerda. Según esta responsable, en los últimos "tres o cuatro años" el incremento de nacimientos ha sido constante. El año pasado se registraron en el hospital 1.836 alumbramientos, 200 más que en 2001. Y son las mujeres inmigrantes las que más han contribuido a este incremento. Siguiendo la normativa vigente, el hospital registra los nacimientos según la etnia del niño. A falta de la tabulación de los datos más recientes, las estadísticas de 2001 indican que el 6% de los recién nacidos fueron árabes, el 4% orientales, el 0,8% negros y el 0,6% indopaquistaníes. Los niños de padres latinoamericanos no figuran como grupo diferenciado, puesto que se registran como blancos.

La Maternitat de Barcelona, gestionada por el hospital Clínico, también ofrece estadísticas que nadie habría creído hace 10 años, cuando la natalidad no dejaba de descender. El número de partos aumentó en este hospital el 17% en 2002. El año pasado la actividad creció de nuevo, pero a un ritmo mucho menor por la crisis que vive el hospital, que obligó a derivar 500 partos a otros centros. Vicenç Cararac, responsable del servicio de obstetricia del centro, explica que el 25% de los recién nacidos eran de padres inmigrantes. "La mitad suramericanos y la otra mitad norteafricanos", resume Cararac. Este hospital también ha tenido que hacer frente a las urgencias procedentes de otros centros saturados, como el Sant Joan de Déu, que atiende a la población infantil de buena parte del oeste del área metropolitana de Barcelona.

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