Agbar ultima un contrato de 30 millones con la ITV alemana

La filial Applus + certificará la calidad de 600 talleres

Applus +, filial de certificación de Aguas de Barcelona (Agbar) y nuevo motor de crecimiento del grupo, ultima la firma de un importante contrato valorado en 30 millones de euros que supondrá su desembarco en Alemania. Applus + certificará los procesos y la calidad de más de 600 talleres de inspección de vehículos (ITV) en este país, primer mercado automovilístico de Europa. En 2003, Applus + estuvo a punto de denunciar a Alemania ante Bruselas por lo que consideraba "trabas al libre establecimiento" a las empresas foráneas del sector.

Tras la venta a Ferrovial por 514 millones de euros...

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Applus +, filial de certificación de Aguas de Barcelona (Agbar) y nuevo motor de crecimiento del grupo, ultima la firma de un importante contrato valorado en 30 millones de euros que supondrá su desembarco en Alemania. Applus + certificará los procesos y la calidad de más de 600 talleres de inspección de vehículos (ITV) en este país, primer mercado automovilístico de Europa. En 2003, Applus + estuvo a punto de denunciar a Alemania ante Bruselas por lo que consideraba "trabas al libre establecimiento" a las empresas foráneas del sector.

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Tras la venta a Ferrovial por 514 millones de euros de Cespa, su negocio de tratamiento de residuos urbanos, Agbar impulsa un cambio estratégico para centrarse en los negocios de automoción y certificación, a través de Applus +. El plan de negocio de esta filial, que cerrará el año con 3.000 empleados y 300 millones de euros de ingresos, prevé alcanzar en 2007 una plantilla de 10.000 personas y facturar 1.200 millones, con una inversión de 300 millones. Hoy representa el 12% del cash flow de Agbar (43 de 434 millones de euros en 2002).

Este desembarco en Alemania -donde, como en Reino Unido, Francia o Finlandia, se plantea la privatización de laboratorios de certificación públicos por los que Applus + tiene interés- es un paso más en este proceso de diversificación.

La filial de certificación, que incluye actividades tan diversas como las inspecciones de gases contaminantes, el control de la seguridad de los juguetes, el peritaje de siniestros, el funcionamiento de una grúa o la calidad de un coche de ocasión, arrancó hace ocho años con las ITV y la automoción, mercado que hoy acapara en España, pero ya está presente en 25 sectores, entre los que destacan el agroalimentario, el medioambiental y la construcción.

"La apuesta se explica porque es la única actividad de Agbar capaz de crecer a un ritmo del 25%", explica su consejero delegado, Sergi Pastor, quien subraya que, en el necesario cambio de modelo de competitividad hacia las actividades de alto valor añadido, España juega con ventaja porque "el coste de los profesionales cualificados son un 20% inferiores al resto de Europa".

Applus +, que invierte el 10% de sus ingresos en innovación, está creciendo a base de pequeñas adquisiciones (Setemotive en Luxemburgo, la empresa de certificación alimentaria Ecal o la catalana Vermeulen), en un mercado muy atomizado que tiende a la concentración.

La empresa está tejiendo una red de centros tecnológicos en torno al Laboratorio General de Ensayos e Investigaciones, privatizado hace un año por el anterior Gobierno catalán de CiU con polvareda política. Los rivales interesados en hacerse con la gestión (Bureau Veritas y Underwriters Laboratories) renunciaron al concurso alegando que las bases estaban hechas a medida de Agbar.

La polémica siguió cuando, poco antes de las elecciones catalanas de noviembre pasado, la Generalitat alargó -igual que otras siete autonomías contrarias a la liberalización de las ITV que ha introducido el Gobierno- las concesiones de dos de sus filiales de ITV y control industrial, aunque no terminaban hasta 2006.

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