Uno de cada tres médicos catalanes ha sufrido agresiones en la consulta

El Colegio de Médicos denuncia un aumento de la violencia por la masificación hospitalaria

La masificación de hospitales y ambulatorios, junto con la pérdida de autoridad de médicos y enfermeras, se ha convertido en un cóctel explosivo que genera situaciones de violencia cada vez más frecuentes en los servicios de urgencias y las salas de espera. El Colegio de Médicos de Barcelona se ha dispuesto a poner coto a la situación y ha denunciado que, según una encuesta interna, uno de cada tres facultativos ha sufrido agresiones en el trabajo. Y el problema va en aumento.

"Vino el paciente y, sin presentar ningún síntoma de enfermedad, me pidió la baja laboral. Parece que tenía alg...

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La masificación de hospitales y ambulatorios, junto con la pérdida de autoridad de médicos y enfermeras, se ha convertido en un cóctel explosivo que genera situaciones de violencia cada vez más frecuentes en los servicios de urgencias y las salas de espera. El Colegio de Médicos de Barcelona se ha dispuesto a poner coto a la situación y ha denunciado que, según una encuesta interna, uno de cada tres facultativos ha sufrido agresiones en el trabajo. Y el problema va en aumento.

"Vino el paciente y, sin presentar ningún síntoma de enfermedad, me pidió la baja laboral. Parece que tenía algún problema con su jefe y no quería ir a trabajar. Al decirle que yo no podía darle la baja tan alegremente, me cogió por la solapa y me amenazó. Estuve a punto de llamar a seguridad, pero al final se marchó por su propio pie". El incidente lo explicaba ayer a este diario Ramon S., médico de atención primaria de un ambulatorio de Barcelona, quien asegura que las amenazas verbales se han convertido en algo casi diario en el ejercicio de su profesión. "Ya lo consideramos normal y no le damos demasiada importancia, pero a veces te causa estrés", explica un colega suyo, oftalmólogo de un hospital del Maresme.

Pero en ocasiones las amenazas son sólo el principio y la situación desemboca en una agresión física, como las que han denunciado en repetidas ocasiones los trabajadores de urgencias del hospital de Bellvitge.

Ante esta situación, el Colegio de Médicos de Barcelona decidió el año pasado encargar una encuesta para evaluar y poner remedio a la creciente violencia en ambulatorios y hospitales, y los resultados son desalentadores: uno de cada tres médicos ha sido víctima de agresiones y el 25% de los miembros del colectivo han sido testigos de alguna de estas situaciones. Aunque la mayor parte de las agresiones (44%) son insultos, la violencia física aparece en el 28% de los casos. Hombres y mujeres se reparten las situaciones conflictivas casi por igual y, lo que es más representativo, el 72% de los médicos creen que la violencia en los hospitales va en aumento. De hecho, sólo el 30% de ellos se declara tranquilos para ir a trabajar sin miedo a las agresiones.

Pero ¿quiénes son los agresores? Miquel Bruguera, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, explicó ayer que el perfil del agresor está cada vez más desdibujado. "El aumento de las agresiones obedece a que el paciente cada vez pide más a los médicos y, en ocasiones, tienen que esperar más tiempo del que desearía por una visita o un diagnóstico". La encuesta ayuda a concretar: los enfermos psiquiátricos fueron los autores de las agresiones en el 11% de los casos, y los toxicómanos, en el 10,5%. La encuesta constata que los pacientes con problemas mentales son más propicios a agredir físicamente, mientras que los demás suelen amenazar o insultar.

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Para hacer frente a esta situación, el Colegio de Médicos ha contratado una póliza para que los facultativos tengan una buena cobertura legal en caso de agresiones. El colegio también pide a los médicos que notifiquen todos los casos y recomienda la elaboración de un registro centralizado de agresiones. Y es que, según Miquel Bruguera, uno de los problemas es que "los hospitales tienden a evitar hacer públicas las agresiones, no quieren que se les relacione con estos casos de violencia".

En otro orden de cosas, ayer, el mismo día en que se hizo público este informe, el Departamento de Sanidad anunció la puesta en marcha de un programa de formación para que los médicos se comuniquen mejor con sus pacientes. Según fuentes del departamento, con la nueva Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias, el examen MIR "ya no evaluará únicamente conocimientos, sino estas otras habilidades".

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