Agricultura busca a los responsables de la ocultación de un brote de peste porcina

El consejero de Agricultura, Antoni Siurana, anunció ayer en Lleida que la Generalitat se presentará como acusación particular en el caso de la presunta ocultación, en noviembre de 2001, de un brote de peste porcina clásica (PPC) en Osona. Siurana ha ordenado abrir una investigación interna para saber si algún funcionario del departamento está implicado directamente en los hechos.

El juzgado de instrucción número 4 de Vic instruye una denuncia de la fiscalía contra el responsable de Sanidad animal de Barcelona, José Gou, por un presunto delito de prevaricación. La acción judicial tiene ...

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El consejero de Agricultura, Antoni Siurana, anunció ayer en Lleida que la Generalitat se presentará como acusación particular en el caso de la presunta ocultación, en noviembre de 2001, de un brote de peste porcina clásica (PPC) en Osona. Siurana ha ordenado abrir una investigación interna para saber si algún funcionario del departamento está implicado directamente en los hechos.

El juzgado de instrucción número 4 de Vic instruye una denuncia de la fiscalía contra el responsable de Sanidad animal de Barcelona, José Gou, por un presunto delito de prevaricación. La acción judicial tiene su origen en un informe de los Mossos d'Esquadra, en el que se hace constar que el Departamento de Agricultura, entonces dirigido por el convergente Josep Grau, estuvo informado de la aparición del brote de PPC un mes antes de hacerlo público. Grau ha negado los hechos.

La PPC es una enfermedad extremadamente contagiosa que obliga al ganadero a comunicar a los veterinarios de la explotación la aparición de animales enfermos y a las autoridades a aplicar todas las medidas preventivas que prevé la normativa comunitaria para atajar la epidemia. Pero en este caso, según el informe policial, la Generalitat retrasó la declaración del primer brote detectado en una granja de la comarca de Osona, tal vez para no crear alarma en el sector. Oficialmente, la Generalitat situó el primer brote de PPC en una explotación de la Caseta d'en Grau, de Calldetenes, a finales de diciembre de 2001. Sin embargo, la investigación policial iniciada a raíz de una denuncia del Consejo Comarcal de Osona demuestra que el primer foco fue detectado un mes antes en la granja Sant Martí, del mismo municipio.

La demora en declarar este primer brote pudo propiciar la expansión de una epidemia que obligó a sacrificar más de 200.000 cerdos en la Cataluña central, donde se contabilizaron hasta 20 focos. "No nos hemos marcado un plazo en la investigación interna" aseguró ayer Siurana, que insistió en que quiere "aclarar los hechos" y conocer si algún funcionario del departamento tuvo algo que ver con los mismos. "Todo lo demás corresponde al juzgado, no a mí", señaló.

El responsable de Agricultura no quiso comentar las declaraciones efectuadas por algunos dirigentes del sindicato Unió de Pagesos (UP), quienes han asegurado que entre el 28 de noviembre y el 6 de diciembre de ese año se produjeron al menos 40 movimientos de ganado y se hicieron sacrificios sin que todavía se hubiera declarado oficialmente la peste.

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