Respeto por la historia
El pasado día 28 de enero, el programa de La 2 Documentos TV emitió un documental titulado "Las fosas del olvido".
Parecía que por fin la televisión pública iba a difundir un trabajo objetivo sobre un tema que durante 40 años de dictadura y 25 de democracia ha sido deliberadamente ocultado a la sociedad española. Sin embargo, el documental no explicó lo más importante:
Que los orígenes de las fosas estaba en el golpe de Estado militar planificado por los golpistas desde meses antes para que fuera en extremo violento.
No lo contextualizó, no habló de la afinidad de l...
El pasado día 28 de enero, el programa de La 2 Documentos TV emitió un documental titulado "Las fosas del olvido".
Parecía que por fin la televisión pública iba a difundir un trabajo objetivo sobre un tema que durante 40 años de dictadura y 25 de democracia ha sido deliberadamente ocultado a la sociedad española. Sin embargo, el documental no explicó lo más importante:
Que los orígenes de las fosas estaba en el golpe de Estado militar planificado por los golpistas desde meses antes para que fuera en extremo violento.
No lo contextualizó, no habló de la afinidad de los golpistas con el nazismo europeo del que recibieron todo tipo de ayuda desde los primeros días.
No señaló las diferencias claras de la represión en cada bando, aunque si explicó algo sobre la espontaneidad, de respuesta descontrolada en la republicana, no habló de lo sistemática que fue la organizada por la cúpula militar golpista, utilizada como arma y estrategia política desde el principio del golpe hasta el final de la guerra y durante toda la dictadura.
No explicó que los franquistas, después del golpe militar y la guerra, se cuidaron de airear sus muertos, que fueron registrados uno por uno en lo que denominaron "la causa general", mientras minimizaban, manipulaban y ocultaban las cifras de la tremenda represión franquista, entre otras razones porque seguían reprimiendo. Por el contrario, las víctimas republicanas todavía siguen en las cunetas y extrarradios de cementerios, sin nombre, sin reconocimiento, e incluso en algún caso se han desenterrado sus huesos por empresas constructoras, que se han deshecho de ellos arrojándolos en vertederos.
Es evidente que esperar de la TV pública actual un programa respetuoso con la verdad histórica es esperar demasiado.