Análisis:Inversión | CONSULTORIO

Luz de gas

El pasado lunes sufrió un incendio la planta de licuefacción de gas natural (GNL) de Sonatrach en Skikda (Argelia). La catástrofe, que se cobró 27 vidas, tendrá consecuencias sobre el sector energético. La planta de Skikda es la segunda en importancia en Argelia, con una producción anual de 6,2 millones de metros cúbicos de GNL, un 23% de la producción argelina.

Argelia es el principal origen del gas importado por España, con un peso sobre el total de importaciones del 58% hasta octubre de 2003, no muy lejos del límite del 70% que establece la legislación como máxima cuota de gas que pu...

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El pasado lunes sufrió un incendio la planta de licuefacción de gas natural (GNL) de Sonatrach en Skikda (Argelia). La catástrofe, que se cobró 27 vidas, tendrá consecuencias sobre el sector energético. La planta de Skikda es la segunda en importancia en Argelia, con una producción anual de 6,2 millones de metros cúbicos de GNL, un 23% de la producción argelina.

Argelia es el principal origen del gas importado por España, con un peso sobre el total de importaciones del 58% hasta octubre de 2003, no muy lejos del límite del 70% que establece la legislación como máxima cuota de gas que puede llegar de un mismo origen. Tanto Enagas, que atiende la demanda de los consumidores de gas natural a tarifa, como las comercializadoras, deberán afanarse en buscar suministros sustitutivos de Skikda para atender a clientes cualificados y a centrales de ciclo combinado.

Cabría esperar un mayor esfuerzo e implicación por mejorar las interconexiones de electricidad y gas con Europa

El accidente incide en la fragilidad del modelo energético español, caracterizado por una fuerte dependencia energética del exterior, debido a la escasa producción interior y al fuerte aislamiento del resto del sistema europeo. En el sector eléctrico, la planificación del Ministerio de Economía de las redes de transporte de electricidad y gas hasta 2011, centrada en la energía eólica y los ciclos combinados para cubrir las necesidades energéticas, no contribuirá a mejorar esta situación. La limitada garantía de suministro aportada por la energía eólica y la dependencia de los ciclos combinados del gas natural del norte de África y Oriente Próximo (los países del área suponen un 72% de las importaciones españolas) configurarían un sistema energético vulnerable. Como contrapeso será posible una mayor diversificación de los aprovisionamientos de gas natural, con la entrada en funcionamiento de las plantas de regasificación de Mugardos, Bilbao, Sagunto y la portuguesa de Sines. Cabría esperar un mayor esfuerzo e implicación por mejorar las interconexiones de electricidad y gas con Europa, que necesariamente exigen la colaboración de Francia.

María Jesús Lago y Arturo Rojas son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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