El presidente de Siria rechaza la invitación de Israel de negociar en Jerusalén

La Knesset aprueba el plan de Sharon de tomar medidas unilaterales ante los palestinos

El presidente de Israel, Moshe Katsav, arrojó ayer un guante a su homólogo sirio, Bachar el Assad, para retomar las negociaciones bilaterales que quedaron suspendidas en la primavera de 2000. La oferta israelí fue rechazada mediante un comunicado oficial, en el que Siria aboga por la celebración de una conferencia internacional de paz basada en el marco de Madrid. En una sesión extraordinaria del pleno de la Knesset (Parlamento), el primer ministro israelí, Ariel Sharon, guardó discreción sobre la posibilidad de abrir un canal de diálogo con Damasco.

La apertura de negociaciones provoca...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente de Israel, Moshe Katsav, arrojó ayer un guante a su homólogo sirio, Bachar el Assad, para retomar las negociaciones bilaterales que quedaron suspendidas en la primavera de 2000. La oferta israelí fue rechazada mediante un comunicado oficial, en el que Siria aboga por la celebración de una conferencia internacional de paz basada en el marco de Madrid. En una sesión extraordinaria del pleno de la Knesset (Parlamento), el primer ministro israelí, Ariel Sharon, guardó discreción sobre la posibilidad de abrir un canal de diálogo con Damasco.

Más información

La apertura de negociaciones provocaría la disgregación de la coalición de Gobierno en el momento en que se hagan concesiones territoriales. Sin embargo, Sharon fue rotundo en la Knesset respecto a los palestinos y logró que el pleno aprobara su plan de separación unilateral.

Ante la aparente falta de receptividad por parte de Sharon hacia cualquier propuesta que le obligue a devolver los altos del Golán -meseta fronteriza que Israel mantiene ocupada desde 1967-, el presidente quiso tomar ayer la iniciativa.

En el transcurso de una visita a la localidad de Kefar Kasem, Katsav declaró irónicamente que "parece que Assad no está hecho de la misma madera que Sadat", refiriéndose al presidente egipcio Anuar el Sadat, primer dirigente árabe en firmar un tratado de paz con Israel. Como consecuencia de los Acuerdos de Camp David, el Gobierno de Menájem Beguin se retiró completamente de toda la península del Sinaí, algo que el actual Ejecutivo no parece dispuesto a hacer del Golán, dado su gran valor estratégico y económico.

Horas antes de lamentarse de la negativa de Damasco, Katsav invitó formalmente a Bachar el Assad a visitar Israel. "Invito al presidente de Siria a que venga a Jerusalén para reunirse con los líderes del país y negociar seriamente", declaró Katsav a la radio pública.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La posición siria quedó fijada por un comunicado difundido por la agencia de noticias estatal, SANA, que calificó el órdago lanzado por Israel como "una solución parcial y maniobra mediática, que no ayudará a alcanzar la paz en la región". Según el comunicado, la alternativa planteada por Damasco sería la reedición de una conferencia internacional de paz similar a la que se celebró en Madrid en octubre de 1991, como "único camino posible para alcanzar seguridad y estabilidad en Oriente Próximo". Los dos países continúan técnicamente en guerra, y aunque desde 1973 los incidentes han sido mínimos (con la excepción del bombardeo israelí de un supuesto campo de entrenamiento de las organizaciones extremistas palestinas en octubre), la tensión sigue siendo constante.

Por su parte, Ariel Sharon prefirió pasar de refilón sobre la cuestión siria en el discurso que pronunció ayer por la tarde ante el pleno de la Knesset. Durante su presentación, se limitó a exponer conceptualmente el plan de separación de los palestinos, que llevaría a la práctica en el caso de que las negociaciones con la ANP continúen en la vía muerta en la que ahora se encuentran. Al final del debate, Sharon logró la aprobación del plan -cuyos detalles sigue sin revelar- por una mayoría de 51 votos a favor frente a 39 en contra dentro de un Parlamento de 120 diputados.

El primer ministro Sharon, durante la reunión con diputados del Likud, celebrada ayer en Jerusalén.AP

Archivado En