Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

Exportaciones con reservas

Perú y Argentina quieren sustituir a Bolivia en el suministro de gas a EE UU

La crisis política y social de Bolivia ha congelado el proyecto de exportación de gas a Estados Unidos a través un puerto de Chile y otros países pretenden aprovechar la oportunidad para hacer sus negocios. Ninguno cuenta con tantas reservas como las bolivianas, pero en Perú y Argentina sueñan con abastecer, aunque sea en parte, las necesidades de California, la quinta economía mundial.

Bolivia nada en gas. Cuenta con 52,3 billones de pies cúbicos de reservas probadas. Perú está desarrollando el yacimiento de Camisea, situado en la selva sureña, donde existen al menos 8,7 millones de pi...

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La crisis política y social de Bolivia ha congelado el proyecto de exportación de gas a Estados Unidos a través un puerto de Chile y otros países pretenden aprovechar la oportunidad para hacer sus negocios. Ninguno cuenta con tantas reservas como las bolivianas, pero en Perú y Argentina sueñan con abastecer, aunque sea en parte, las necesidades de California, la quinta economía mundial.

La provincia de Neuquén cuenta con 12 billones de pies cúbicos de reservas, pero su producción apenas alcanza para abastecer a Argentina
Perú cuenta con el yacimiento de Camisea, donde existen al menos 8,7 billones de pies cúbicos de gas, y estudia exportar una parte a California

Bolivia nada en gas. Cuenta con 52,3 billones de pies cúbicos de reservas probadas. Perú está desarrollando el yacimiento de Camisea, situado en la selva sureña, donde existen al menos 8,7 millones de pies cúbicos. A partir del año próximo, la mayor parte de lo producido llegará a Lima para abastecer a esa ciudad y el resto se exportará a México en barco.

Para ello, el consorcio Perú LNG (70% de la norteamericana Hunt y 30% de la coreana SK) está construyendo en Pampa Melchorita (170 kilómetros al sur de la capital) una planta de licuefacción de gas, proceso necesario para transportar este combustible en una embarcación. La pregunta radica en si ese puerto podrá despachar también gas peruano para Estados Unidos, lo que supondría una competencia para Bolivia. "No podría apostar contra eso", aseguró el presidente de Hunt, Ray Hunt, en una reciente declaración a la prensa.

Un funcionario del Departamento de Energía norteamericano, John Brodman, admitió esta semana que su país tiene en cuenta a Camisea como fuente para abastecerse. No obstante, una fuente del grupo argentino Techint, que construye y administrará el gasoducto que unirá Camisea con el Pacífico, asegura que este yacimiento sólo podrá sustituir una pequeña porción de la oferta que Bolivia le ofrece a Estados Unidos.

Más conflictos

El proyecto peruano tampoco está exento de conflictos, pues grupos ambientalistas denunciaron que está amenazando el bosque amazónico y una reserva natural en la costa del país. El Gobierno de Alejandro Toledo y las concesionarias del negocio negaron las acusaciones y continúan con la iniciativa.

La provincia argentina de Neuquén, en el sur del país, también anhela reemplazar a Bolivia. Hasta 2000, Repsol YPF analizó el proyecto de enviar a Estados Unidos el gas del yacimiento de Loma de La Lata, pero finalmente se inclinó por la opción boliviana. Neuquén cuenta con 12 billones de pies cúbicos de reservas, pero su producción apenas alcanza para abastecer a Argentina, donde la inversión se desmoronó por los precios congelados desde 2002, y a otros países a los que exporta: Chile, Uruguay y Brasil.

Decisión sorprendente

Sin embargo, el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, ha comenzado gestiones para reflotar la aspiración de venderle a Estados Unidos. Su pretensión ha sonado tan sorprendente como las de Brasil y Uruguay, cuyos Gobiernos se ofrecieron a Bolivia para canalizar su gas rumbo al Norte por un puerto del Atlántico.

Chile, sin embargo, sigue siendo la "única opción económica y técnicamente viable" para embarcar el gas boliviano a Norteamérica, según el consorcio del negocio, Pacific LNG, integrado por Repsol YPF y las británicas BG y BP. Así lo repitió esta semana la portavoz de BG, Petrina Fahley, en Santiago. Ni siquiera les resulta conveniente despacharlo en Perú. Pacific LNG insistirá con Chile, enemigo histórico de Bolivia desde que le arrebató la salida al Pacífico en una guerra del siglo XIX, que sigue generando masivos recelos entre ambos pueblos. De todos modos, el consorcio mantendrá sus propósitos a la espera de que se aclare la transición política y el conflicto social de Bolivia.

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