Escándalo en Alemania por las privilegiadas jubilaciones de los políticos

Las jubilaciones privilegiadas de los diputados y altos cargos políticos, que no cotizan a la Seguridad Social, escandalizan en Alemania cuando los jubilados de a pie, por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, afrontan una reducción de sus ingresos.

Desde siempre en Alemania se acusa a los políticos de servirse del Estado como si fuese un supermercado gratis total. En los días de bonanza económica, el tema no despertaba mayor resquemor. Ahora, los recortes al Estado del bienestar han puesto en el punto de mira de la opinión pública los privilegios de los políticos, sobre t...

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Las jubilaciones privilegiadas de los diputados y altos cargos políticos, que no cotizan a la Seguridad Social, escandalizan en Alemania cuando los jubilados de a pie, por primera vez desde el final de la II Guerra Mundial, afrontan una reducción de sus ingresos.

Desde siempre en Alemania se acusa a los políticos de servirse del Estado como si fuese un supermercado gratis total. En los días de bonanza económica, el tema no despertaba mayor resquemor. Ahora, los recortes al Estado del bienestar han puesto en el punto de mira de la opinión pública los privilegios de los políticos, sobre todo sus jubilaciones. El programa Frontal 21, de la segunda cadena pública alemana ZDF, resumió en un reportaje la situación que indigna a los jubilados que ven reducidos sus ingresos con el congelamiento de las pensiones e incrementados sus gastos con las cotizaciones por la sanidad y al seguro de dependencia de los ancianos.

El ministro de Hacienda, el socialdemócrata Hans Eichel (SPD), cabeza visible del desastre del déficit y el endeudamiento, es el político que bate las marcas de los pensionistas privilegiados, con una jubilación asegurada de 11.635 euros mensuales. El canciller Gerhard Schröder (SPD) ya llega a 8.303 euros al mes. Y todo ello gratis total. Los casi 1,7 millones de funcionarios públicos alemanes y los políticos perciben jubilaciones sin tener que cotizar para cobrarlas al llegar la edad de retiro.

El Estado benefactor se preocupa de sus servidores y no hay forma de que las reformas y recortes les afecten. Tres intentos del partido liberal (FDP) de poner fin a estos privilegios acabaron en agua de borrajas. Los políticos alemanes adquieren el derecho a jubilarse con muy poco tiempo de servicio, a los 60 años, y muchos, a los 55. Al mismo tiempo se debate la urgencia de elevar la edad de retiro para que se aproxime a los 65 años legales e incluso se eleve a 67.

El informe de la ZDF recoge escandalosos casos concretos. La ex ministra democristiana de Familia Claudia Nolte (CDU), de 47 años, ya se ha ganado el derecho a una jubilación de 6.713 euros. Para llegar a esa suma, un asalariado tendría que cotizar 257 años.

Los autores del reportaje abordaron en los pasillos del Parlamento Federal (Bundestag) a la ministra federal de Salud, Ulla Schmidt (SPD), y le preguntaron por su jubilación. La ministra respondió que no tenía ni idea y, con visible enfado, replicó a la pregunta de si los políticos son privilegiados con un "también los periodistas". Ulla Schmidt, de 54 años, exagera. Cuando cumpla 60 tiene derecho a una jubilación de 5.109 euros que no hay periodista que los cobre.

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