El 'Parotet'
El pasado domingo asistí boquiabierto por las calles de Valencia a una especie de desfile militar con sus lanzaderas (azules) y sus camiones de enormes dimensiones transportando algo parecido a un misil aire-aire (azul). Craso error. Se trataba de la nueva escultura que van a erigir en la rotonda sita frente a l'Hemisfèric de Valencia.
Ni su enorme tamaño ni su alegre color azul pueden disimular el inmenso puñal que van a clavar en la zona de la Ciudad de las Ciencias. Cuando ya parecía que el sentido común volvía a nuestra alcaldesa en cuestiones de urbanismo y monumentos, nos sorprend...
El pasado domingo asistí boquiabierto por las calles de Valencia a una especie de desfile militar con sus lanzaderas (azules) y sus camiones de enormes dimensiones transportando algo parecido a un misil aire-aire (azul). Craso error. Se trataba de la nueva escultura que van a erigir en la rotonda sita frente a l'Hemisfèric de Valencia.
Ni su enorme tamaño ni su alegre color azul pueden disimular el inmenso puñal que van a clavar en la zona de la Ciudad de las Ciencias. Cuando ya parecía que el sentido común volvía a nuestra alcaldesa en cuestiones de urbanismo y monumentos, nos sorprende con esta aberración de escultura o como se le quiera llamar.
Si no teníamos bastante con la Pantera Rosa (del mismo escultor) ahora tendremos que castigarnos la vista con el Parotet de Bancaixa. Con los tiempos de guerra que corren, sólo se le ocurre levantar esa especie de cohete amenazador apuntando a nuestro patrimonio más bonito, la luna de Valencia.
Bonita visión la que tendrán los visitantes cuando lleguen a Valencia en avión. Creerán que sobrevuelan Cabo Cañaveral en versión fallero. Esta vez sí, la dedocracia y el mal gusto alcanzan su mayor exponente.
Por favor le ruego, Sra. alcaldesa: la próxima vez que se le ocurra ocupar un espacio público con algún monumento, la ciudadanía le agradecería poder participar en la elección de la figura que alegrará sus ojos en los próximos cien años.
Rita Barberá (alcaldesa de Valencia), Bancaja (entidad que sufraga los gastos) y Miquel Navarro (padre de la obra). Gracias una vez más por obligarme a bajar los ojos cuando circule frente a tan insigne monumento. Tal vez así encuentre la billetera que extravié hace algún tiempo.