El director del FMI respalda al Gobierno argentino en vísperas de aprobar el acuerdo

Köhler resta importancia a que se supere el 3% de déficit del Pacto de Estabilidad europeo

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, dio ayer al presidente argentino, Néstor Kirchner, uno de esos espaldarazos que hasta ahora se reservaba sólo para el presidente de Brasil, Lula da Silva, al explicar que el primer mandatario de Argentina "expresa dirección y concepto" al sentimiento de que dicho país "debe unirse para superar sus dificultades". Por otra parte, Köhler quitó importancia a que en Europa algunos grandes países rebasen en años consecutivos un déficit fiscal del 3% del PIB.

El director gerente del Fondo dijo en su tradicional rueda de...

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El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, dio ayer al presidente argentino, Néstor Kirchner, uno de esos espaldarazos que hasta ahora se reservaba sólo para el presidente de Brasil, Lula da Silva, al explicar que el primer mandatario de Argentina "expresa dirección y concepto" al sentimiento de que dicho país "debe unirse para superar sus dificultades". Por otra parte, Köhler quitó importancia a que en Europa algunos grandes países rebasen en años consecutivos un déficit fiscal del 3% del PIB.

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El director gerente del Fondo dijo en su tradicional rueda de prensa, en vísperas de la asamblea anual, que la recuperación internacional registra señales positivas en varias regiones, pero advirtió que "no es tiempo para la complacencia". Según explicó, aún está pendiente una recuperación "equilibrada", para lo cual será ineludible desplazar la atención del corto plazo a los "serios problemas a los que siguen haciendo frente muchas economías".

¿A qué se refiere? "Espero que cuando se reúnan aquí los gobernadores del Consejo Monetario Internacional y Financiero concentren su atención en dos riesgos: los grandes desequilibrios en las cuentas corrientes de las balanzas de pagos y los elevados niveles de endeudamiento público que todavía persisten en muchos países", explicó.

Köhler fue especialmente efusivo con el presidente argentino, Néstor Kirchner.

Dada su relación peculiar con Argentina, ¿puede usted explicar por qué apoya el acuerdo con dicho país?

"No llamaría a la relación del FMI con Argentina una relación peculiar. Diría que ha atravesado por alzas y bajas, en las cuales ambas partes tienen razones para reflexionar sobre lo que se hizo mal, e incluyo en esto al FMI, pero por supuesto, en particular, Argentina tiene que reflexionar sobre sí misma, sobre su sociedad y sobre cuáles son las raíces de las causas, cuáles son los valores de la sociedad, y éste es un proceso que tomará tiempo. Y esto también explica en parte por qué el FMI, nosotros, los ejecutivos, decidimos ofrecer un programa de medio plazo a Argentina. Con esta decisión demostramos saber que llevará tiempo mejorar, y ayudamos a Argentina, queremos ayudarle porque ése es nuestro mandato. Yo mismo he visitado Buenos Aires. Hablé con el presidente Kirchner, me reuní con grupos en el Parlamento, con empresarios, la sociedad civil, y siento que el país ha llegado al entendimiento de que ahora es el momento de unirse y superar las dificultades. Y el presidente Kirchner da a este sentimiento dirección y concepto. Y creo que esto merece apoyo y el programa propuesto incluye todos los elementos de reforma y cambio. Deberá ser más preciso en los próximos meses y años. Pero es un buen comienzo".

El acuerdo con Argentina que hoy aprobará el Comité Ejecutivo se valora en unos 12.500 millones de dólares, que serán reestructurados para pagar en tres años, según los procedimientos usuales del FMI. Si se tiene en cuenta los pagos que Argentina tiene previsto hacer al FMI en dicho periodo, el crédito neto del FMI a Argentina al final de este programa no sufrirá un incremento de su exposición crediticia. La carta de intención, según fuentes consultadas en Buenos Aires, ya ha sido firmada por Kirchner.

Según el Fondo, el programa económico argentino consta de tres capítulos esenciales. Primero, un plan fiscal a medio plazo para mantener los objetivos de crecimiento, empleo y solidaridad, al tiempo que sienta las bases para normalizar las relaciones del país con todos. En segundo término, una estrategia para asegurar la fortaleza del sistema bancario, creando condiciones para un aumento de la concesión de créditos a particulares y empresas. Y, finalmente, el Gobierno pondrá en práctica reformas institucionales para facilitar la reestructuración de la deuda de las empresas, abordar los problemas de las empresas de servicios públicos y mejorar, en general, el clima de las inversiones.

Problema de la UE

Por otra parte, Köhler también habló del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea. Según dijo, "el problema central es que los grandes países no hicieron sus deberes en los tiempos de vacas gordas. Éste es el problema y no tanto el objetivo del 3% de déficit. Diré con toda franqueza que cuando negociamos el Tratado de Maastricht, en 1991, nunca imaginamos que la economía atravesaría una situación como la actual. Tres años de estancamiento, pérdidas, desequilibrio global, esto no estaba previsto". Y añadió: "Europa no tiene que concentrarse solamente en el 3%, sino en las reformas estructurales. Por la situación particular actual deben dejar que actúen los estabilizadores automáticos aun cuando ello implique que superan el 3% de déficit en un año consecutivo".

Miembros del comité organizador, delante de un televisor que muestra a Khöler.AP

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