El Gobierno pone en cuestión la seguridad del matadero de Vitoria

Un informe desvela graves riesgos para la salud de los trabajadores

Un informe elaborado por el servicio de prevención del Gobierno vasco ha desvelado graves fallos de seguridad laboral en el matadero de Vitoria. Por ejemplo, el documento advierte de que existe un riesgo "alto" de que se produzcan contactos eléctricos por la existencia de cajas de conexión y derivación eléctrica desprovistas de su aislamiento y situadas en zonas mojadas. También alerta del riesgo de que se desplomen objetos, ocasionando lesiones graves a los trabajadores, por el mal estado de conservación del soporte que aguanta los carriles y ganchos que transportan a los animales abiertos en...

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Un informe elaborado por el servicio de prevención del Gobierno vasco ha desvelado graves fallos de seguridad laboral en el matadero de Vitoria. Por ejemplo, el documento advierte de que existe un riesgo "alto" de que se produzcan contactos eléctricos por la existencia de cajas de conexión y derivación eléctrica desprovistas de su aislamiento y situadas en zonas mojadas. También alerta del riesgo de que se desplomen objetos, ocasionando lesiones graves a los trabajadores, por el mal estado de conservación del soporte que aguanta los carriles y ganchos que transportan a los animales abiertos en canal.

Según el informe, cuando un riesgo es calificado de "alto", como es el caso de los contactos eléctricos y del mal estado del sistema de soporte, la actuación por parte de la empresa debe ser inmediata. "No se debe comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el riesgo con las medidas oportunas", explica el documento elaborado por los técnicos en prevención en uno de sus apartados.

El matadero de Vitoria era municipal hasta finales de 1997, momentó en el que Ayuntamiento lo privatizó al subastarlo públicamente por una cantidad inicial de 355 millones de pesetas de la época (2,133 millones de euros). La única persona que se presentó al concurso fue Víctor Javier Sáenz Sáenz, quien se hizo con él por 356 millones de pesetas (2,139 millones de euros) y después lo cedió a la empresa Mataderos Frigoríficos de Álava Sociedad Anónima (Mafrialsa), de la que es dueño.El matadero de Vitoria sacrifica actualmente cada año alrededor de 21.000 cabezas de ganado vacuno, 100.000 de ovino y 500 de equino. El Gobierno vasco realizó la evaluación de los riesgos laborales de los trabajadores de la instalación tomando como referencia los tres que tiene en nómina, que son los veterinarios. Comisiones Obreras había solicitado en reiteradas ocasiones este tipo de examen dadas las numerosas quejas que había recibido por parte de otros empleados.

Los veterinarios del Ejecutivo se encargan de velar por que la carne sacrificada sea de calidad y llegue en las mejores condiciones al consumidor. Aunque el documento, concluido el pasado mes de julio, se refiere a las condiciones en que trabajan estos tres técnicos, sus conclusiones son extrapolables al conjunto de la plantilla del matadero, integrada por un total de 25 personas.

Además de los contactos eléctricos y del desplome de objetos por la deficiente conservación del sistema de soporte de ganchos y carriles, el informe alerta de otros peligros, como las quemaduras por escapes y fugas del sistema de agua caliente de lavado (riesgo alto), el uso deficiente de los aparatos desinfectantes (o bien algunos están fuera de servicio o no se usan con la frecuencia debida) y del riesgo de caídas al mismo nivel (parte de las rejillas protectoras de los desagües de los líquidos de desecho se encuentran deterioradas o no existen).

Limpieza más exhaustiva

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Sobre la ausencia de un plan de emergencia, los técnicos del servicio de prevención recalcan que los trabajadores del matadero "no se encuentran coordinados, informados, ni organizados" en caso de producirse algún incidente. Y concluyen: "Existen deficiencias en materia de señalización de los medios de protección y vías de salida".

También se advierte de riesgos de caídas a distinto nivel porque las plataformas de trabajo de los matarifes no tienen barandillas y del peligro de coces por el estado del vallado de las cuadras. El estudio alude a las "condiciones higiénicas deficientes de las instalaciones", especialmente de los locales destinados a vestuarios y aseos masculinos. Como medida correctora, el servicio de prevención sugiere realizar una limpieza general más exhaustiva.

Aunque el informe habla de las condiciones de seguridad laboral, las condiciones higiénicas también aparecen entrelazadas al tratar sobre asuntos de limpieza y desinfección, por lo que la competencia se la reparten el Departamento de Trabajo, por una parte, y la dirección de Salud Pública, dependiente de Sanidad, por otro lado.

El director de Salud Pública de Álava, Juan Carlos Fernández Crespo, explicó a EL PAÍS que su dirección ha abierto ya varios expedientes a la empresa Mafrialsa por diversas irregularidades en las condiciones sanitarias. Así, ha clausurado la línea de porcino y tiene abierto un expediente administrativo por deficiencias de funcionamiento y organización con una propuesta de sanción económica muy importante por falta muy grave. Este expediente se encuentra en fase de alegaciones por parte de la empresa.

Además, Salud Pública ha iniciado otro expediente para el cierre de otra parte de la instalación al no subsanarse las deficiencias después del apercibimiento. "Si no se corrigen las anomalías y la situación sigue empeorando como lo está haciendo, el matadero podría cerrarse a corto plazo", advierte Crespo. "Nuestra política es revisar línea por línea dado que el mantenimiento general es deficiente". Aunque reconoce que está "preocupado" por lo que está ocurriendo en el matadero, puntualiza que no se siente alarmado porque cuentan con "unos veterinarios profesionales dentro de las instalaciones que se encargan de que la carne salga en perfecto estado".

La teoría del director de Salud Pública, que trabajó en el matadero cuando era municipal, es que los problemas han comenzado a aflorar desde hace dos años por una falta de mantenimiento de las instalaciones, que se entregaron en "buen estado", puntualiza.

La empresa replica que la mayor parte de estas deficiencias ya están corregidas. Iñaki Cámara, portavoz de Mafrialsa, reconoce que se cerró la línea de porcino y le dieron "la razón a Salud Pública. Además, se mataban muy pocos cerdos". Indica que todos los expedientes que se han abierto a la empresa están recurridos en vía administrativa o judicial y que en sus alegaciones, la empresa critica la "falta de veracidad" de alguno de los contenidos de esos expedientes. "No se ha comprobado posteriormente que se han arreglado las cosas", subraya.

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