Un reportaje de TV-3 muestra con detalle los restos del Born gracias a una maqueta virtual realizada por la UPC
Dar vida a unos restos arqueológicos y situarlos en su contexto histórico y social. Es el objetivo del reportaje El Born, un vincle amb el passat, que TV-3 emitirá
el domingo 7 de septiembre a las diez de la noche. El documental, dirigido por los periodistas Jordi Fortuny y Marina Pi, muestra una maqueta virtual de los restos de la Barcelona de 1714 hallados bajo la estructura del antiguo mercado del Born y una reconstrucción también virtual de cómo era la ciudad a principios del siglo XVIII, realizada por el Laboratorio de Modelización Virtual de la Universidad Politécnica de Ca...
Dar vida a unos restos arqueológicos y situarlos en su contexto histórico y social. Es el objetivo del reportaje El Born, un vincle amb el passat, que TV-3 emitirá
el domingo 7 de septiembre a las diez de la noche. El documental, dirigido por los periodistas Jordi Fortuny y Marina Pi, muestra una maqueta virtual de los restos de la Barcelona de 1714 hallados bajo la estructura del antiguo mercado del Born y una reconstrucción también virtual de cómo era la ciudad a principios del siglo XVIII, realizada por el Laboratorio de Modelización Virtual de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). En paralelo, el reportaje repasa con la ayuda del historiador de la Universidad Pompeu Fabra Joaquim Albareda, entre otros especialistas, los avatares de la guerra de Sucesión y subraya, sobre todo, su contexto europeo.
El Born, un vincle amb el passat muestra con detalle cómo era la ciudad y la vida cotidiana de los barceloneses de la época. Lo hace de dos maneras: con un paseo entre los restos arqueológicos en compañía de uno de los directores de la excavación, Pere Lluís Artigues, y con las aportaciones del historiador Albert García Espuche, quien sobre la maqueta virtual de la zona explica quiénes eran y qué oficios tenían los habitantes de esa parte de la ciudad que fue derribada por orden de los vencedores de la guerra para construir la ciudadela militar.
En su recorrido entre los restos, Artigues muestra algunos de los objetos que se han hallado durante las excavaciones realizadas el año pasado. Y lo hace justo en el punto donde fueron encontrados: objetos de cocinitas con los que jugaban los niños y un silbato de barro en los restos de una casa en cuyo pavimento se puede ver todavía, inciso, un juego de tres en raya; platos, un azulejo decorado con un barco, tarros para ungüentos, un jarrón procedente de Manises, pipas de caolín también decoradas... Los especialistas de la UPC, dirigidos por Josep Roca Cladera y Francisco Muñoz, han realizado una hipotética reconstrucción del interior de la planta baja de una de las viviendas, la que pertenecía a un hombre llamado Gabriel Colomer.
La maquetación virtual de la Barcelona de 1714 permite al espectador hacerse una idea de la localización de edificios emblemáticos como la Llotja, el palacio del Virrey, el Palacio Real, el convento de Sant Pere de les Puel-les y las murallas, especialmente la torre de Sant Joan, el lugar de la zona de levante de la ciudad por donde entraron las tropas de Felipe V el 11 de septiembre de 1714. Un montaje a partir de grabados del pintor Hyacinthe Rigaud reproduce las evoluciones del ejército borbónico y su entrada en la ciudad sitiada ese día.
Además de contar con el asesoramiento de García Espuche y Albareda, el documental entrevista a los historiadores Carme Pérez Aparicio, Miquel Àngel Casasnovas y Virginia León, quien explica cómo los escritores Jonathan Swift y Daniel Defoe se manifestaron en contra de que los ingleses mantuviesen su apoyo a los austracistas catalanes. Los historiadores repasan las circunstancias internacionales en que se desarrolló la guerra y las razones por las que Cataluña se alineó con el archiduque Carlos, que representaba el constitucionalismo, y no con Felipe de Anjou, que encarnaba el absolutismo. El Born, un vincle amb el passat cuenta también con la presencia de Jordi y Arianna Savall, quienes interpretan El cant dels ocells, pieza que se utilizó en 1705 para celebrar la llegada del archiduque Carlos a Barcelona.