Los camioneros admiten que usan Minera del Guadarrama para verter escombros

El propietario de la empresa anuncia que "romperá" el precinto

Los camioneros reconocen que utilizan las instalaciones de Minera del Guadarrama, situada en Galapagar y en pleno parque del río Guadarrama, para descargar escombros. La Consejería de Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador a esta empresa por incumplir la ley de residuos y realizar vertidos ilegales. Según los cálculos de la Policía Municipal, el propietario de la mina se podría embolsar unos 6.000 euros al día por permitir tirar escombros en sus instalaciones.

Los agentes de la Policía Municipal han llegado a contabilizar una media de 100 camiones diarios, a los que el prop...

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Los camioneros reconocen que utilizan las instalaciones de Minera del Guadarrama, situada en Galapagar y en pleno parque del río Guadarrama, para descargar escombros. La Consejería de Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador a esta empresa por incumplir la ley de residuos y realizar vertidos ilegales. Según los cálculos de la Policía Municipal, el propietario de la mina se podría embolsar unos 6.000 euros al día por permitir tirar escombros en sus instalaciones.

Los agentes de la Policía Municipal han llegado a contabilizar una media de 100 camiones diarios, a los que el propietario de la mina, Antonio Sánchez Lozano, cobra entre 50 y 70 euros por descarga. Sin embargo, pocos eran los vehículos que ayer se atrevían a subir la cuesta que lleva hasta la mina. Una barricada, vigilada por miembros de Ecologistas en Acción, cerraba el camino de acceso a la mina Maribel para denunciar que el propietario del yacimiento estaba explotando un vertedero ilegal.

El Ayuntamiento de Galapagar preparaba ayer el decreto para proceder al cierre de la mina. El documento se entregará en los próximos días al propietario. Si no se suspende la actividad, el municipio precintará la mina. Sin embargo, el dueño de la explotación anuncia que no acatará la orden municipal y asegura que si el Ayuntamiento precinta su explotación, lo "romperá", como ya hizo en una ocasión. Sánchez obtuvo la concesión para explotar esta mina de derivados de casiterita y tierras raras en 1988. Tanto el Ayuntamiento de Galapagar, en cuyo término municipal se encuentra la mina, como el de Las Rozas, han intentado en varias ocasiones acabar con esta concesión. Pero, hasta el momento, no lo han conseguido.Los pocos camioneros que se acercaron ayer hasta la mina Maribel tuvieron que marcharse con la carga a un centro autorizado. Todos los conductores se quejaban de lo mismo: "Tenemos que atravesar Madrid y llegar hasta Valdemingómez. Lo suyo es que construyeran uno municipal y que con los permisos se pudiera verter", explicó Ángel Cañas, que se había acercado desde Collado Villalba para informarse sobre si podía llevar allí los escombros.

El dueño de la concesión de la mina explica que ha permitido a los camiones descargar allí para cumplir con su deber de restaurar los huecos que deja la extracción del mineral. "Según el plan que está aprobado en Industria en 1987 para rehabilitar el entorno, tengo permiso para echar tierras, arcillas, limos y materias inertes que no sean contaminantes. Quitamos todo aquello que pueda resultar nocivo", indica Sánchez. Sin embargo, en el expediente sancionador abierto por la Comunidad de Madrid se denuncia que entre la tierra vertida se observan "infinidad de otros residuos como bidones, latas de pintura, tubos de silicona, plásticos, maderas, neumáticos y residuos procedentes de obras".

Sánchez admite que puede haber cometido el error de no informar a la Consejería de Medio Ambiente sobre su decisión de que se hagan allí vertidos y el fin de los mismos. "Lo puse en conocimiento de la dirección de Minas, pero me faltó Medio Ambiente. Ha sido un error. Pero, oiga, es que ha faltado que manden al ejército", explicó.

El propietario sostiene que no cobra a los camioneros por el vertido de escombros. Pero, tanto los propios conductores como la Policía Municipal del pueblo desmienten esta afirmación. Uno de los conductores, que pretendía acceder ayer por la mañana al yacimiento con un contenedor lleno de escombros, aseguró que le cobraban 50 euros por descarga. "Depende del tamaño del camión; para los de mayor tonelaje la tarifa es 70 euros. En Valdemingómez el precio es de 37 euros, pero yo vengo de Aravaca y me compensa no tener que atravesar Madrid", reconoció.

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Lydia, esposa de Antonio Sánchez Lozano, muestra los escombros vertidos en la gravera propiedad de su marido.SANTI BURGOS

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