La juez condena a Greenpeace a 630 euros de multa por abordar un barco

La acción de protesta contra la tala ilegal de bosques tropicales en el buque Honour el pasado 13 de junio frente al Puerto de Valencia le costará a Greenpeace el pago de multas por un total de 630 euros. El Juzgado de Instrucción número 7 de Valencia ha condenado a Joel David Steward, capitán del barco insignia de la organización ecologistas, el Rainbow Warrior, al pago de seis euros diarios durante un mes por un falta contra el orden público de desobediencia, al considerar que no acató la orden de la Guardia Civil de detener su buque cuando el instituto armado lanzó la operació...

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La acción de protesta contra la tala ilegal de bosques tropicales en el buque Honour el pasado 13 de junio frente al Puerto de Valencia le costará a Greenpeace el pago de multas por un total de 630 euros. El Juzgado de Instrucción número 7 de Valencia ha condenado a Joel David Steward, capitán del barco insignia de la organización ecologistas, el Rainbow Warrior, al pago de seis euros diarios durante un mes por un falta contra el orden público de desobediencia, al considerar que no acató la orden de la Guardia Civil de detener su buque cuando el instituto armado lanzó la operación para poner fin a la protesta. Los cinco activistas que estuvieron todo un día encadenados a diversos puntos del Honour deberán desembolsar 90 euros cada uno por una falta de coacciones -30 euros más de lo que pedía la Fiscalía-. Los ecologistas pretendían demostrar que ese buque transportaba productos procedentes de talas ilegales. Durante la descarga en Valencia, Greenpeace comprobó que parte de la madera la comercializaban empresas sancionadas o acusadas de no respetar la ley forestal en Camerún.

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Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace en la campaña de bosques, resaltó ayer el contraste entre "la pena mínima" impuesta por el juzgado y la exigencia de la Dirección General de la Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, de que la organización pague un aval de 300.500 euros para dejar zarpar de Valencia al Rainbow Warrior mientras se resuelve el expediente sancionador abierto por la acción de protesta. Soto insistió en que el expediente responde a "una persecución política" por las denuncias de Greenpeace en casos como el Prestige o la tala ilegal de bosques africanos. El barco de los ecologistas está retenido en el Puerto de Valencia desde hace más de una semana, al no pagarse la fianza, y se le ha ordenado cambiar de muelle tres veces. "Nos han enviado una carta para que paguemos el atraque, que es como cobrarle a un detenido por pasar la noche en comisaría", añadió Soto.

Los abogados de los ecologistas consideran que Marina Mercante no puede multar a Greenpeace por la misma infracción sancionada ya por el juzgado, por lo que recurrirán el expediente.

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