Una española, declarada heredera de 38 cuadros de Remedios Varo

Un tribunal mexicano ha declarado por segunda vez a la española Beatriz Varo Jiménez "única y universal albacea heredera" de su tía, la pintora surrealista Remedios Varo, nacida en España, exiliada en México y fallecida en 1963. En litigio está la propiedad de 38 cuadros, valorados en unos 15 millones de euros, que se exhiben actualmente en el Museo de Arte Moderno de México. Un año antes de la última sentencia, el Gobierno mexicano había declarado patrimonio nacional el conjunto de obras. Por tanto, se considera indivisible y no puede salir del país de forma permanente. Los preciados cuadros ...

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Un tribunal mexicano ha declarado por segunda vez a la española Beatriz Varo Jiménez "única y universal albacea heredera" de su tía, la pintora surrealista Remedios Varo, nacida en España, exiliada en México y fallecida en 1963. En litigio está la propiedad de 38 cuadros, valorados en unos 15 millones de euros, que se exhiben actualmente en el Museo de Arte Moderno de México. Un año antes de la última sentencia, el Gobierno mexicano había declarado patrimonio nacional el conjunto de obras. Por tanto, se considera indivisible y no puede salir del país de forma permanente. Los preciados cuadros también fueron reclamados por Walter Gruen, un antiguo amigo de la pintora, que los tuvo en posesión desde la muerte de la que fue esposa del escritor surrealista francés Benjamín Péret. La sentencia ha sido apelada.

La reciente sentencia condena al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), institución mexicana competente en materia museográfica, a entregar a Beatriz Varo, residente en Valencia, "todos los bienes que posee de la masa hereditaria de la sucesión de Remedios Varo". La apelación puede prolongar un tiempo indeterminado el ya largo litigio, según estima la sobrina de la pintora que, ya en vida, gozó de un notable reconocimiento como artista surrealista que aumentó tras su muerte en 1963.

Donación al Reina Sofía

La también pintora Beatriz, que mantenía correspondencia con su tía y ha escrito un libro sobre ella, asegura que si las obras en disputa llegan a sus manos se quedará con una parte, otra la dejaría en México y una tercera la donaría al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Este museo no tiene entre sus fondos ninguna pieza de la pintora ya que ésta desarrolló la mayor parte de su carrera en México, a donde llegó en 1942, si bien, como recuerda su sobrina, nunca perdió la nacionalidad española.

El litigio sobre la herencia de Varo ha sido complejo y accidentado. Walter Gruen, que tenía en posesión los 38 cuadros señalados, promovió en 1992 el juicio por el legado alegando que él fue el soporte económico y compañero de la pintora en los últimos años de su vida. Perdió el caso y, en virtud de la ley, un juzgado buscó en 1993 a los posibles familiares de la pintora en España. Se localizó entonces a su sobrina, la única familiar viva, que, por diversos problemas personales, no continuó entonces con el caso. Ese expediente inicial, además, se extravió en México.

Años después, la Beneficencia mexicana, institución pública dependiente del Gobierno, reabrió el caso. Otra vez se buscaron posibles familiares y Beatriz Varo sí entró entonces de lleno en el proceso y nombró abogados en México. En 2001 se dictó la primera sentencia que declaraba a la sobrina de Remedios Varo heredera única y universal. Meses después, el tribunal de apelación revocó la sentencia a favor de la Beneficencia. Beatriz Varo no desistió y promovió de nuevo el juicio del que ha resultado ahora esta sentencia que la declara por segunda vez heredera única y universal.

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